Las autoridades de Honduras dicen que los más recientes arrestos de mujeres transportando armas, indican que están siendo utilizadas por los grupos criminales para el tráfico de armas, entre otras tareas; otro ejemplo de que el papel de las mujeres en el crimen organizado está creciendo en Latinoamérica.
Según un portavoz de la policía de Honduras, seis mujeres han sido arrestadas en los últimos días portando armas, informó Proceso. Dos de estas mujeres fueron capturadas el 2 de septiembre, cuando las autoridades detuvieron un autobús al noroeste de Tegucigalpa. Las mujeres llevaban dos granadas M67, una pistola calibre 45, municiones y chalecos de la policía, informó La Prensa.
Nolasco dijo que los grupos criminales están utilizando a las mujeres para mover armas en el transporte público, y que las autoridades están investigando si los traficantes internacionales de armas están involucrados en los casos recientes.
Este uso de la mujer como "mandadera" (cargando paquetes y encomiendas) por parte de los grupos criminales, a menudo es facilitado por los lazos familiares y románticos, dijo Migdonia Ayestas, la coordinadora del Observatorio de la Violencia de Honduras.
Ayestas también dijo que la tasa de femicidios -homicidios selectivos de mujeres- había llegado a 14,2 por cada 100.000 habitantes, con alrededor de 700 mujeres asesinadas en lo que va del año -el doble de la tasa registrada en 2011-.
Anáisis de InSight Crime
Las mujeres han sido utilizadas por los grupos criminales para funciones -tales como el transporte de drogas- que se aprovechan de su vulnerabilidad e inocencia percibida. Las mujeres miembros de las pandillas callejeras centroamericanas también son usadas para el contrabando de mercancías ilícitas en las cárceles y para portar armas de fuego en lugares públicos.
Hay indicios de que este papel está creciendo y evolucionando, con las mujeres guatemaltecas haciendo cada vez más las veces de asesinas y ladronas. En al menos un caso, los miembros femeninos del Cartel del Golfo de México escalaron en las filas del cartel, y ocupan puestos de toma de decisiones de alto nivel.
A pesar del valor de estas mujeres en las pandillas y en otros grupos criminales, siguen sin tener poder y son abusadas. Los feminicidios en Honduras y los otros dos países del Triángulo del Norte, Guatemala y El Salvador, han aumentado junto con la importancia de la región en el comercio de las drogas, con los grupos criminales utilizando a menudo a las mujeres como blancos de homicidios por venganza, o castigándolas por infracciones de las normas de conducta de las pandillas.
Los recientes arrestos hondureños muestran una vez más a las mujeres en el papel de transportistas, la persona más probable de ser arrestada por las mercancías ilegales, pero esta vez con armas de fuego.