Según un importante analista de seguridad, los grupos criminales organizados de Latinoamérica están cada vez más arraigados tanto en el Medio Oriente como en Asia, una tendencia que se ha desarrollado a medida que ha aumentado su presencia en África.
En declaraciones al periódico de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Khaleej Times, el presidente de la Organización Internacional para la Seguridad y la Inteligencia, Johan Obdola, dijo que los grupos criminales de países como Colombia y México han entrado ahora en "la segunda etapa de sus operaciones" en el Medio Oriente. Dijo que estaban tratando de utilizar a los Emiratos Árabes Unidos como centro del narcotráfico y el lavado de dinero.
Según Obdola, estos grupos han construido su presencia mientras se han arraigado más en África, el cual les ha servido como plataforma para expandirse hacia los mercados emergentes del Medio Oriente y Asia. Obdola dijo que la política de cero impuestos sobre la renta en la región hace que sea especialmente atractivo para el lavado de dinero.
Las declaraciones de Obdola fueron apoyadas por el teniente general Dhahi Khalfan Tamim, vicepresidente de la policía y la seguridad en Dubai, quien dijo a Khaleej Times que el 75 por ciento de las incautaciones de drogas en los aeropuertos de Dubai estaban relacionadas con la cocaína o la heroína procedente de Latinoamérica. También observó un crecimiento en el lavado de dinero, y dijo que estaba vinculado al contrabando internacional de drogas.
Khalfan agregó que los traficantes de droga de Latinoamérica empleaban a menudo africanos o asiáticos, especialmente mujeres, para actuar como mulas.
Análisis de InSight Crime
Este es el último informe del incremento de la actividad del crimen organizado de Latinoamérica en el Medio Oriente, después de que el mismo Obdola llamara a un plan regional para combatir la amenaza, durante una convención de seguridad en Qatar en Septiembre 2013.
Todavía no ha habido ningún informe de una importante célula latinoamericana del crimen organizado, que haya sido desmantelada en la región, pero durante esa cumbre Obdola sugirió que había un grupo criminal mexicano establecido en Qatar. Un reciente intento de contrabando de droga detectado por las autoridades de Dubai, por su parte, involucró operarios de África, Asia y Latinoamérica.
Si bien ha habido preocupación por las conexiones entre algunos grupos armados ilegales de Latinoamérica con grupos terroristas del Medio Oriente, como Hezbollah y Al Qaeda –quienes supuestamente han ampliado de forma simultánea su presencia en Latinoamérica- hasta ahora las conexiones parecen estar limitadas a negocios.
VEA TAMBIÉN: Cobertura sobre migración criminal
Es factible la insinuación de que la presencia criminal latinoamericana en el Medio Oriente ha crecido con la consolidación de estos grupos en África. Esta migración hacia África Occidental ha sido señalada como atomización, y la dura competencia por las ganancias ha llevado a los grupos criminales a buscar nuevos mercados, rutas de suministros de droga y fuentes de ingresos.
Aunque las sanciones asociadas a los delitos de drogas en el Medio Oriente siguen siendo extremadamente duras, la floreciente y próspera comunidad de expatriados en lugares como Dubai -donde se estima que un kilo de cocaína se puede vender por US$90.000- podría ofrecer un mercado muy lucrativo. Esto es casi el doble del precio en Europa y alrededor de tres veces de lo que se cobraría en Estados Unidos.