Los planes de Guatemala de instalar radares que detecten vuelos cargados con drogas podrían llevar a los narcotraficantes a usar cada vez más las rutas marítimas.
Tras la aprobación de un préstamo de US$36 millones, las autoridades del Ministerio de Defensa y de Aeronáutica Civil compraron tres radares de fabricación española. Estas adquisiciones se suman al sistema civil de radares guatemalteco, que ya cumple 15 años de existencia, lo que permitirá a las autoridades identificar aviones clandestinos y bloquear las rutas aéreas del narcotráfico, según le dijo el ministro de Defensa Manuel López Ambrosio a Prensa Libre.
Los dos organismos gubernamentales ya iniciaron pruebas con el primer radar y se espera que los tres estén en funcionamiento en julio. Es probable que las autoridades guatemaltecas deseen replicar el éxito reportado en Honduras, donde las fuerzas de seguridad afirman que han eliminado los vuelos cargados con drogas mediante el uso de radares.
Análisis de InSight Crime
Los legisladores guatemaltecos quizá quieran resaltar cualquier avance que puedan hacer en materia de lucha contra el tráfico de drogas transnacional, especialmente teniendo en cuenta las elecciones generales que se celebrarán el próximo mes de septiembre. Sin embargo, en lugar de afectar significativamente la cantidad de droga que pasa por Guatemala, es probable que el radar sólo incite a los narcotraficantes a transportar más cargamentos por el mar.
Los grupos criminales latinoamericanos dependen en gran medida de las rutas de tráfico marítimas, y ya hay algunos ejemplos de traficantes que empiezan a usar rutas marítimas debido a la existencia de una mayor seguridad aérea. Guatemala es un punto clave para el tránsito de drogas ilegales hacia el norte, y allí ya operan algunos de los grupos de narcotraficantes mejor organizados de la región, incluyendo a Los Zetas y al Cartel de Sinaloa, grupos que, sin duda, encontrarán la manera de superar cualquier reto que les imponga la creciente vigilancia aérea con el fin de seguir movilizando sus productos.
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La interceptación es una cuestión que vale la pena considerar. Un nuevo sistema de radares puede permitirles a las autoridades guatemaltecas identificar aviones sospechosos; sin embargo, las autoridades deben luego hacerles un seguimiento a las naves, y en caso de que estas rechacen la solicitud de aterrizar y crucen la frontera con otro país, Guatemala debe disponer de las relaciones necesarias con las fuerzas de seguridad vecinas para poder seguir rastreando los aviones. La capacidad tecnológica para detectar aviones es en verdad solo el primer paso para detener el tráfico aéreo de drogas.
Actualmente, Guatemala no tiene vigente una "ley de derribo", que de existir les permitiría a las fuerzas de seguridad derribar los vuelos sospechosos de cargar drogas. Este tipo de leyes han demostrado ser controversiales en toda la región; el año pasado, Estados Unidos dejó de compartir información de sus radares con Honduras, cuando el país centroamericano aprobó una ley de derribo de aviones.