Guatemala ha anunciado planes para comprar 33.000 armas para su fuerza policial de 25.000 agentes, pese a que el ejército tiene un excedente de armas que a menudo termina en manos de los grupos criminales.
La inversión de US$28,3 millones será utilizada para comprar 25.000 pistolas y 8.000 rifles y metralletas, buscando asegurar el acceso a un arma a cada uno de los agentes. Actualmente hay 6.000 oficiales que no tienen un arma asignada, informó La Nación.
La compra ha causado controversia debido a que evade el proceso habitual de licitación.
López dijo que la naturaleza inusual de la adquisición fue legal conforme a la ley de compra de Guatemala, ya que era de interés nacional, informó Siglo 21.
Análisis de InSight Crime
Estas cifras plantean preguntas desconcertantes. A saber, si el ejército de Guatemala registró un excedente de siete armas de fuego por cada soldado en 2010, como se destacó el pasado abril en un informe del Wilson Center, ¿cómo su policía tiene una escasez del 25 por ciento? Guatemala tiene un excedente tan grande de armas –que se cree es en parte el resultado de la guerra civil del país– que el Departamento de Estado de Estados Unidos ha financiado la destrucción de armas en ese país. Mientras que muchas de ellas pueden ser obsoletas o estar en mal estado, ¿no podría alguna de ellas ser utilizada por la Policía Nacional Civil (PNC)?
También vale la pena mencionar el grave problema que Guatemala ha tenido con las armas de las fuerzas de seguridad que terminan en manos de los grupos armados ilegales. Se ha estimado que alrededor de 27.000 armas de arsenales militares guatemaltecos pueden haber sido robadas o vendidas ilegalmente durante varios años, a pesar de la reputación del ejército de ser menos corrupto que la policía. Entre tanto, Guatemala tuvo el promedio más alto de homicidios por armas de fuego en Centroamérica entre 2004 y 2010. La corrupción policial en el país es endémica y es objeto de los esfuerzos de reforma del Presidente Otto Pérez. Más de 200 oficiales fueron retirados de la PNC el año pasado; mientras que a principios de este año, se anunciaron los planes de poner bajo vigilancia a los agentes, con la colocación de cámaras de seguridad en las patrullas de la policía.
Los grupos armados ilegales extranjeros, especialmente los carteles mexicanos, mantienen una fuerte presencia en el país a medida que intentan controlar un estimado del 80 por ciento de los envíos de cocaína que pasan a través de Centroamérica, en su camino entre Suramérica y Estados Unidos. Estos grupos también han colaborado con las pandillas nacionales de Guatemala, lo que agrava los problemas operativos de la PNC.
[Vea la investigación de InSight Crime sobre los Zetas en Guatemala]