El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha anunciado la creación de "zonas de paz", y su ministro de Justicia dijo que el gobierno debería considerar la implementación de un control más estricto al porte de armas; un enfoque gradual frente a la violencia desenfrenada.
Según El Universal, Maduro dijo que la seguridad en esas zonas se grantizará a través de la participación de las instituciones del Estado y de los ciudadanos, y que se implementará en "espacios públicos", carreteras, hospitales, escuelas y universidades.
"Tenemos que crear el sistema de vigilancia y atención permanente", informó Milenio sobre lo que dijo Maduro.
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Las declaraciones fueron hechas durante la "Gran Jornada Nacional por la Paz", la cual se realizó el 26 de enero en Caracas, y en la cual el ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justiciay Paz, Miguel Rodríguez Torres, hizo un llamado a aumentar el debate sobre la regulación de armas. El ministro dijo que solo el personal de seguridad debería estar legalmente autorizado para portar armas, y sugirió que al menos 5.500 armas obtenidas legalmente actualmente se encuentran en manos de los delincuentes.
Analisis de InSight Crime
El anuncio de Maduro se produce tan sólo unas semanas después del robo y asesinato de una exreina de belleza y su esposo británico, cuando su auto se averió en una carretera a las afueras de Caracas. Aunque el caso fue resuelto rápidamente, logrando la detención y acusación de siete personas por los homicidios, éste creó una oleada de indignación pública por la inseguridad, la cual ha hecho que el país se convierta en uno de los más violentos del mundo, durante la última década.
Con respecto a la propuesta, Maduro ha dicho que las "zonas de paz" incluirán la vigilancia continua. No osbtante, la pregunta sigue siendo cómo esto será implementado, y si esto no es más que una estrategia política para calmar la tormenta que sigue girando tras el brutal asesinato de la reina de belleza.
El llamado de Rodríguez, de ampliar el debate sobre el control al porte de armas, es mucho más interesante y tiene un potencial mucho mayor de impactar la situación de seguridad de Venezuela. Esto se produce pocos meses antes de la prohibición a la venta comercial de armas de fuego –implementada sin éxito para frenar la creciente tasa de homicidios en el país– que está por terminar y un poco más de siete meses después de que se firmara un proyecto de ley de desarme, tras tres años de revisiones.
Pero con las cifras de 2011, que ubicaron el número de armas de fuego en circulación en manos de civiles entre 1,6 y 4,1 millones, cómo podría Maduro recuperar esas armas en un momento en que la gente se siente cada vez más insegura, sigue siendo una pregunta sin respuesta.