Poco después de un caso de alto perfil que involucró el hurto de dinero de drogas por parte de agentes de la policía de Honduras, las autoridades han anunciado que más de 700 policías serán despedidos como parte de una purga continua -una señal de que los esfuerzos de una reforma están avanzando, aunque es poco probable que esto proporcione una solución duradera a la corrupción dentro de las fuerzas de seguridad.
El ministro de Seguridad de Honduras Arturo Corrales ha anunciado que más de 700 elementos de la policía serán depurados ya sea por corrupción o por que ya no son “idóneos” para continuar con la carrera policial, informó El Heraldo. Corrales dijo que debido a los laxos requisitos de ingreso previos, los individuos que no eran aptos para el trabajo de seguridad eran aceptados en la policía nacional, pero que estos agentes serían despedidos como parte de la purga.
Desde mayo de 2012, 1.350 policías han sido retirados de la fuerza y al menos 1.570 la han dejado por propia voluntad, según El Heraldo. Entre enero de 2012 y agosto de 2014 la unidad encargada de evaluar a la policía (DIECP) aplicó 12.293 pruebas de confianza a miles de policías y aspirantes. Las evaluaciones consistieron en pruebas de polígrafo, evaluaciones psicológicas y socioeconómicas, exámenes de toxicología y revisiones de registros patrimoniales.
El anuncio de Corrales llega poco después de la revelación de que 22 policías presuntamente robaron US$1,3 millones que debieron haber sido incautados durante una operación antinarcóticos contra la familia Valle Valle. A raíz de los informes del hurto, Corrales señaló que los implicados serán procesados, despedidos o suspendidos dependiendo de las circunstancias de cada individuo.
Análisis de InSight Crime
Aunque el anuncio de Corrales es un signo prometedor de que el programa que pretende reformar a la policía del país está progresando, las últimas purgas policiales no han podido generar una solución duradera a los problemas de seguridad del país.
Sin tener en cuenta los despidos anunciados recientemente, la cantidad de policías que han sido removidos durante agosto de 2014 ya representaba más del 10 por ciento del total de la fuerza. A menos de que el gobierno logre encontrar candidatos más idóneos para sustituir a este personal de seguridad, la policía se encontrará con una significativa deficiencia de personal. En diciembre de 2012, la escasez de personal generada por las purgas obligó a los policías nacionales a depender de escoltas policiales, los cuales normalmente protegen altos funcionarios, para patrullar las calles.
Además, el proceso abre la posibilidad para que se presente la remoción de agentes por juegos de poder y conflictos personales, sin abordar los factores que agravan la corrupción policial, como los bajos salarios.
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Las purgas policiales más recientes se presentan al tiempo que Honduras parece estar aumentando sus esfuerzos para combatir el tráfico de drogas. En mayo, Carlos "El Negro" Lobo se convirtió en el primer ciudadano hondureño en ser extraditado desde Honduras a Estados Unidos en cerca de un siglo, y el 9 de diciembre, Lobo fue condenado a 20 años de prisión en Estados Unidos por tráfico de drogas. Este año el país también ha ido tras los activos de importantes traficantes de drogas y propinado fuertes golpes al clan de drogas Valle Valle.