Carlos "El Negro" Lobo se ha convertido en el primer narcotraficante en ser extraditado de Honduras a Estados Unidos, en un proceso rápidamente completado y aparentemente carente de apelaciones, que puede ser tomado como una declaración de las intenciones del gobierno hondureño.
La extradición se presenta un poco más de seis semanas después de que Lobo fue detenido a raíz de una operación de vigilancia que según los informes duró dos años. Su extradición es la primera que se lleva a cabo desde la aprobación de una ley que permite la medida en 2012.
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Según La Tribuna, la extradición se llevó a cabo a las 10:45 pm, cuando Lobo fue trasladado en helicóptero a Miami. El Heraldo informó que el traficante se enfrentaría a cargos relacionados con cuatro envíos individuales de drogas que ingresaron a Estados Unidos entre 2010 y 2012.
Un comunicado de prensa del Departamento de Estado de Estados Unidos elogió al presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, por la primera extradición del país de un nacional hondureño, afirmando que "es un golpe contra la impunidad del crimen organizado y el narcotráfico".
Análisis de InSight Crime
Si bien la situación de Lobo como el primer narcotraficante en ser extraditado a Estados Unidos es histórica por sí misma, lo que es más notable es la velocidad con la que fue procesada.
Su vecino Guatemala ha buscado durante mucho tiempo una política de extradición, pero el sistema ha sido criticado en el pasado, pues los criminales han logrado alargar el procedimiento durante meses e incluso años, alegando una violación de sus derechos constitucionales.
Aunque se temía que el proceso podría ser igual de complicado en Honduras, parece que el gobierno del recién electo presidente Hernández está determinado en impulsar el proceso con rapidez, en lo que parece ser una declaración de sus intenciones con respecto a la extradición.
Con otros ocho de los grandes narcotraficantes hondureños -que se encuentran actualmente en libertad- en la lista de los "extraditables" elegibles para ser enviados a enfrentarse a la justicia en Estados Unidos, todavía está por verse si los demás serán tan rigurosamente perseguidos y extraditados con la misma rapidez.
En algunas ocasiones durante los últimos años las relaciones entre Estados Unidos y Honduras no han sido fáciles, a raíz de la acrimonia que dejó un golpe de Estado de 2009, así como la reciente retirada del apoyo antidrogas de Estados Unidos frente a un ley de derribo de aviones con drogas en Honduras.
La velocidad a la que la extradición de Lobo se ha llevado a cabo podría ayudar a fortalecer los lazos entre los países y ganar buena voluntad hacia Hernández, cuya capacidad para hacer importantes avances en seguridad en medio de una situación económica desesperada podría depender en gran medida del nivel de apoyo de Estados Unidos.