Las fuerzas de seguridad de Honduras y Estados Unidos tienen una relación excelente, ha dicho el Comando Sur de Estados Unidos, aún cuando el Congreso retiene millones en ayuda debido a serias preocupaciones por violaciones de derechos humanos cometidas por el ejército y la policía en el país centroamericano.
Honduras es "clave" en la lucha contra el narcotráfico internacional, dijo a La Prensa el director de asuntos públicos del Comando Sur, tanto por su ubicación como por su cooperación con las fuerzas estadounidenses.
"La colaboración de las autoridades de Honduras ha sido fantástica", dijo Greg Julian. "Honduras tiene un papel super importante (…) porque la mayoría del tráfico [de drogas] pasa por Centroamérica y, por lo tanto, mientras más podamos trabajar juntos, mejor será”.
Los aviones de drogas que suelen parar en República Dominicana ahora están utilizando la costa de Honduras, dijo Julian, pero con la construcción de tres bases antinarcóticos Estados Unidos busca crear una red para atrapar a estos aviones, junto a los contrabandistas que viajan en barco.
La Operación Martillo, una operación de Estados Unidos para combatir el tráfico de drogas en Centroamérica, llevada a cabo en colaboración con las autoridades regionales, ha dado lugar a la incautación de más de 300.000 libras (136 toneladas) de cocaína y más de 25.000 libras (11 toneladas) de marihuana desde que comenzó la operación en enero de 2012, dijo Julian –drogas que, según dijo, tenían un valor estimado de US$40 billones–. La operación continuará "indefinidamente", agregó.
Análisis de InSight Crime
El brillante elogio hacia las fuerzas de seguridad hondureñas por parte de Greg Julian podría causar el asombro de algunos dada la preocupación existente sobre las graves violaciones de derechos humanos, presuntamente cometidas por dichas fuerzas, incluyendo las ejecuciones extrajudiciales –las preocupaciones aumentaron con la creación de una nueva unidad de policía militar el mes pasado–. Se ha retenido una ayuda de más de US$10 millones, de Estados Unidos a Honduras, debido a las condiciones de derechos humanos que están vinculadas a la ayuda, pero parece que estas condiciones no aplican cuando se trata de la financiación para la lucha contra el narcotráfico y la violencia relacionada con las drogas.
Desde una perspectiva regional más amplia, es importante el hecho de que Julian diera una extensa entrevista sobre el tráfico de drogas, ya que el Comando Sur rara vez habla tan efusivamente sobre el tema. Junto a la construcción de las nuevas bases navales, es sugestivo de una estrategia para redoblar de manera significativa las operaciones antinarcóticos en la región, aunque Julian dijo a La Prensa que las limitaciones presupuestales impedían a la unidad hacer todo lo que quisiera.
Estados Unidos se encuentra en aprietos cuando se trata de Honduras, incapaz de ver alguna manera fácil de ayudar al país, aparte de poner las tropas en el terreno para frenar el flujo de drogas que se desplazan hacia el norte, y la ayuda del Comando Sur puede ser un reflejo de esa desesperación.