Un exagente de policía de inteligencia se convirtió en el octavo sospechoso que Honduras extradita a Estados Unidos en tan sólo un año, para responder por acusaciones de narcotráfico.
Wilmer Carranza Bonilla fue arrestado en junio de 2015, acusado de haber trabajado con la organización narcotraficante de los Valle Valle. El 15 de octubre fue entregado a funcionarios de la Agencia Antidrogas (DEA) y a la Oficina Federal de Investigación (FBI por sus iniciales en inglés), y puesto en un avión con destino a Estados Unidos, donde una corte federal en Virginia lo había acusado de participación en lavado de activos y tráfico de drogas.
La misma corte había procesado anteriormente a Miguel Arnulfo y a Luis Alonso Valle Valle, los dos hermanos que lideraban la organización narcotraficante.
En 2012, Honduras expidió una ley que permitía extraditar a sospechosos acusados de tráfico de drogas y terrorismo, pero no fue sino hasta mayo de 2014 que el primer presunto narcotraficante no fue enviado a Estados Unidos para enfrentar su juicio. No obstante, desde ese momento, Honduras ha capturado y extraditado a varios importantes narcotraficantes, incluyendo a los líderes del clan Valle Valle.
Análisis de InSight Crime
Resulta bastante inusual para una nación latinoamericana extraditar a un agente de seguridad para que sea juzgado en Estados Unidos. Colombia lo ha hecho de forma ocasional, pero hay pocos casos comparables de otros países que se encuentren luchando contra un vibrante mercado de drogas, como México, El Salvador y Guatemala. La extradición de Carranza es otra muestra del éxito de Estados Unidos a la hora de presionar a Honduras a tomar acciones contra sus poderosos narcoclanes.
VEA TAMBIÉN: Noticias y perfiles de Honduras
Los Valle Valle eran una importante organización narcotraficante conocida por su afición a sobornar a funcionarios públicos. En especial cuando el hermano más joven del clan de los Valle Valle fue arrestado en octubre de 2014, la policía señaló que encontró una foto de él junto con el director de la Policía de Tránsito de Copán, el departamento donde el grupo tenía sus operaciones.
Es por ello, que resulta poco probable que Carranza Bonilla haya sido el único amigo de los Valle Valle dentro de las fuerzas de seguridad. Carranza Bonilla no era un oficial de alto rango dentro de la policía, aunque sí trabajó en una unidad que investigaba crímenes relacionados con las drogas. Dadas la riqueza y la influencia de los Valle Valle, vale la pena preguntarse si hay figuras más poderosas dentro de la policía, el ejército y la política que pudieran haber sido corrompidas, y si Honduras seguirá investigando quién más es un aliado de los Valle Valle.