Honduras ha completado la segunda extradición de un presunto traficante de drogas a Estados Unidos, pero mientras el relativamente nuevo proceso de extradición del país coge ritmo, hay indicios de que los criminales ya están encontrando la mejor manera de utilizar la extradición para su beneficio.
El 28 de octubre, Juving Alexander Suazo Peralta fue trasladado en avión a Miami y entregado a las autoridades de Estados Unidos para ser juzgado por cargos de tráfico de drogas.
Suazo, detenido el 10 de septiembre, sería el hombre de confianza de Carlos Arnoldo Lobo, alias "El Negro", el primer narcotraficante en ser extraditado de Honduras a Estados Unidos.
Después de ser arrestado, Suazo sorprendió a las autoridades hondureñas al solicitar ser extraditado inmediatamente, con el argumento de que allá existen "condiciones favorables" para demostrar su inocencia, informó El Heraldo. Su solicitud también es una señal de que bajo la ley hondureña, al optar por ser extraditado no puede enfrentar cargos por crímenes cometidos antes de que la Constitución de Honduras fuera modificada en 2012 para permitir la extradición. Por lo que en su lugar sólo podrá ser juzgado por los crímenes enumerados en la solicitud de extradición de Estados Unidos.
Análisis de InSight Crime
La rápida extradición de Suazo –completada justo después de que su presunto jefe también fuera extraditado- sugiere que Honduras está adoptando la extradición como una herramienta para hacer frente a la impunidad generalizada de la que disfrutan los criminales de alto nivel en el país. Con 23 solicitudes de extradición pendientes, Lobo y Suazo podrían ser los primeros de una oleada de capos hondureños en ser juzgado en Estados Unidos -a pesar de que muchos de los buscados para ser extraditados siguen en libertad.
Sin embargo, las disputas legales de Suazo sugieren que los narcotraficantes hondureños también se están dando cuenta de que pueden utilizar la extradición a su favor -en su caso, mediante la limitación de los cargos por los cuales puede ser juzgado. Si Suazo también planea llegar a un acuerdo con las autoridades de Estados Unidos, como probablemente lo hizo su jefe "El Negro” Lobo cuando cambió su declaración y aceptó ser culpable, es probable que logre conseguir una sentencia leve.
Tales maniobras se han convertido en una práctica común en Colombia, donde la extradición se ganó la reputación de ser una herramienta clave en la lucha contra los traficantes de drogas. En los años ochenta, la extradición era tan temida por los narcotraficantes, que incluso comenzaron una guerra contra el Estado para evitarla. Hoy en día pocos traficantes se resisten al proceso, prefiriendo ir a Estados Unidos para convertirse en informantes y ver qué beneficios pueden obtener declarándose culpables.
Esta dinámica en Colombia ha sido imitada en otros países en los que las extradiciones a Estados Unidos se han vuelto más comunes, más recientemente Guatemala, donde varios narcotraficantes han optado por la extradición y se han declarado culpables, razón por la cual importantes capos han conseguido recibir condenas tan cortas como seis años.