Las autoridades de Hong Kong han incautado un envío de madera de palisandro proveniente de Honduras, en lo que según los informes sería la mayor incautación de una madera protegida en los últimos diez años, poniendo de relieve cómo la demanda de madera en Asia está impulsando el tráfico ilegal de madera de Centroamérica.
Los funcionarios de aduanas de Hong Kong han anunciado la incautación de 92 toneladas de madera de palisandro -algunas de las cuales provenían de Honduras- en lo que el Departamento de Aduanas de Hong Kong ha identificado como el mayor caso de contrabando de una especie de madera protegida en la última década, informó El Heraldo.
El envío, que fue incautado el 10 de diciembre, llegó procedente de México, pero fue declarado de forma fraudulenta como residuo de caucho procedente de Guatemala, informó Prensa Libre. Dos personas han sido capturadas en Hong Kong en relación con el caso.
El palisandro hondureño está incluido en el listado de clases protegidas por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), lo que significa que el comercio internacional de este tipo de madera tiene que ser aprobado a través de un sistema de licencias. Es muy apreciado por los fabricantes de instrumentos y también es utilizado en la fabricación de armarios.
Análisis de InSight Crime
Como este caso indica, la demanda de madera en China está impulsando el tráfico de madera ilegal en Centroamérica. Además del palisandro de Honduras los traficantes también están transportando grandes cantidades de madera de granadillo, que a menudo es cosechada en las reservas forestales, de Nicaragua a China.
Como sucede en otros tipos de comercio de contrabando -incluyendo el de las drogas- el tráfico de madera depende de las redes criminales para el transporte de los envíos y el soborno de los funcionarios de aduanas. A principios de este año, el jefe del Programa Global para Combatir los Delitos contra la Vida Silvestre y los Bosques de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), dijo a InSight Crime que, a menudo, las redes que están involucradas en el ecotráfico también participan el tráfico de drogas y en otras actividades ilegales. Adicionalmente, los narcotraficantes impulsan la deforestación en Centroamérica al talar los bosques para poder lavar dinero a través de la tala y la ganadería.
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En otras partes de la región, Colombia, Perú y Brasil también se han visto muy afectados por el comercio ilegal de madera. Según el Banco Mundial, en 2006 el 42 por ciento de la industria maderera de Colombia era ilegal, mientras que un informe de 2012 estima que el 80 por ciento de las exportaciones de madera de Perú son de contrabando. En Brasil, la magnitud de la tala ilegal -que representa aproximadamente el 80 por ciento de la industria maderera- ha llevado a las autoridades a desplegar tropas en la selva y a usar aviones no tripulados para inspeccionar las zonas deforestadas.