La Iglesia católica, la más influyente en el país, ha dicho que podría servir de mediadora en un eventual diálogo entre el gobierno y las MS13 siempre que ambas partes den muestras de confianza de que están dispuestos a bajar la intensidad del conflicto que les enfrenta. Si se decide a mediar, esta sería la primera vez que la Iglesia católica lo haga como institución en este conflicto.
“Primero [hace falta] que ambas partes lo pidan. En esas condiciones está qué propone cada parte como medidas para ganar confianza [...] En este momento, desconfían del gobierno, con razón, igualmente, al revés. De modo que existen caminos, la Iglesia dijo en varios comunicados que el diálogo es visto como un diálogo pastoral”, dijo el domingo el obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa Chávez, segundo al mando de la Iglesia Católica en el país.
Las declaraciones de la Iglesia Católica salvadoreña llegan menos de una semana después de que la MS13 propusiera a través de una entrevista con periodistas de El Faro, un diálogo que incluye incluso la posibilidad de desarticulación de esa pandilla.
La nueva propuesta de la MS13, concluye El Faro, pondría en la mesa de un eventual diálogo algo que la pandilla no había considerado antes: que sus miembros puedan dejar la vida pandillera si así lo deciden, lo cual tendría profundas implicaciones en la organización interna de la MS13, ya que hasta ahora la membresía se considera vitalicia y la deserción se castiga con la muerte.
Análisis de InSight Crime
A diferencia de la actitud de distanciamiento que tomó ante la tregua pactada en 2012 entre la administración de Mauricio Funes y las tres principales pandillas del país –las dos facciones del Barrio 18 además de la MS13–, esta vez la Iglesia Católica parece más dispuesta a participar institucionalmente de un diálogo.
El tono ha cambiado: "Es un tema de vida o muerte […] El diálogo es indispensable [pues] los jóvenes tienen derecho a soñar […] Los que están en el camino de la violencia tienen derecho a rehabilitarse", dijo Rosa Chávez. Y hay nuevas señales: el obispo auxiliar habló desde la sede de la Conferencia Episcopal en San Salvador, desde donde antes la iglesia había matizado la participación individual de uno de sus obispos –monseñor Fabio Colindres– en la tregua de 2012.
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Por ahora, sin embargo, el gobierno del presidente Salvador Sánchez Cerén ha sido ambiguo al reaccionar a la proposición de la MS13. Por un lado, según reportó El País de España, tanto el ministro de Seguridad como el jefe de la Policía han rechazado la posibilidad de un diálogo; el vocero presidencial, sin embargo, no lo ha descartado del todo.
También falta por conocer las reacciones de las dos facciones del Barrio 18, Sureños y Revolucionarios, y su disposición a participar en un diálogo que las incluya. Y tampoco está claro si la propuesta que un vocero de la MS13 ha hecho pública es bien vista en toda la compleja red de mandos medios y clicas que forman la MS13.
La eventual intervención de la Iglesia católica, no obstante, puede marcar un punto de inflexión en el conflicto entre Estado y pandillas, que en 2016 provocó la mayoría de los 5.278 asesinatos perpetrados en 2016.