Las incautaciones de cocaína en Bolivia se redujeron un 52 por ciento durante el primer semestre de 2013, en comparación al mismo período del año pasado pese a un aumento en las operaciones antinarcóticos, lo cual no representa exactamente el éxito que el gobierno está anunciando.
Según las cifras presentadas por Felipe Cáceres, el principal funcionario antinarcóticos de Bolivia, la cocaína y las incautaciones de base de cocaína se redujeron de 20,3 toneladas en el primer semestre de 2012 a 9,73 toneladas en el mismo periodo de 2013, informó La Razón. Además, las incautaciones de marihuana cayeron en un 84 por ciento en comparación al año pasado. El número de operaciones antidrogas que se llevó a cabo, por su parte, subió de 6.635 en 2012 a 6.743 en 2013.
Cáceres afirmó que la reducción en las incautaciones fue debido a que el aumento de las operaciones había logrado frenar el narcotráfico, al atacar las actividades relacionadas a este en las fronteras de Brasil y Perú, a través de la mejora de los controles fronterizos, y al desmantelar los laboratorios y los hoyos de maceración utilizados para producir la pasta base de coca. Cáceres también dijo que Bolivia se había convertido en un productor secundario de base de cocaína, y que era principalmente un país de tránsito para el producto originario de Perú.
El ministro también señaló que la Fuerza de Tarea Conjunta del país ha erradicado 5.062 hectáreas de coca ilegal en el primer semestre de 2013.
Análisis de InSight Crime
En 2012, las incautaciones de drogas en Bolivia aumentaron en comparación a 2011, y a principios de 2013 Bolivia publicó las estadísticas que muestran un aumento espectacular de las incautaciones de cocaína desde 2006, cuando el presidente Evo Morales asumió la presidencia. Como señaló InSight Crime, esta información parecía ser un intento por contrarrestar las afirmaciones estadounidenses de que Bolivia no estaba asumiendo una posición frente al narcotráfico en la guerra contra las drogas.
Las acusaciones de Estados Unidos de que Bolivia no está combatiendo adecuadamente el narcotráfico, han causado tensión continua entre los dos países; a tal punto que rompieron relaciones cuando Estados Unidos cerró su oficina para la lucha contra el narcotráfico en Bolivia en mayo de 2013, tres semanas después de que Morales expulsara a USAID del país por presuntamente operar con fines políticos.
Bolivia afirma que la reducción de las incautaciones de drogas señala que los exitosos esfuerzos antidrogas podrían ser eficientes, pero podría poner en duda el uso que Morales dio al aumento de las incautaciones de drogas para hacer la misma afirmación.
Además, el Ministro de Gobierno del país dijo en junio que Bolivia está combatiendo el aumento de los crímenes violentos, lo cuales son en parte consecuencia de una policía con poco personal y pocos recursos; y el país –en particular el departamento de Santa Cruz– se ha convertido en el epicentro para la convergencia de los narcotraficantes transnacionales. En este contexto, la reducción en las incautaciones podría ilustrar de igual manera el resultado de operaciones menos eficaces.