Un aumento en los decomisos de marihuana en Uruguay lleva a preguntarse si los grupos criminales están sacando partido de los retrasos en la implementación de la ley de legalización de 2013, que fue un hito en el país, para consolidar una cuota de mercado.
Según el diario El País, de Uruguay, las autoridades de ese país se incautaron de 4.305 kilogramos de marihuana en 2016, un incremento en comparación con los 2.521 kilogramos decomisados en 2015, y los 1.457 de 2014.
Además del incremento general en las incautaciones, las autoridades han notado un cambio en las rutas de tráfico de marihuana hacia Uruguay. El 14 de enero, la policía uruguaya confiscó 320 kilogramos en Rocha, en la frontera con Brasil, y las autoridades comentaron a El País que es una de las incautaciones más grandes en ese estado. También ha habido decomisos de drogas notoriamente más grandes en comparación con años anteriores, provenientes de Argentina y Paraguay, señala el informe.
Análisis de InSight Crime
Uruguay fue el primer país en legalizar la marihuana para uso recreativo, pero hasta que el gobierno no implemente la venta legal de la droga en el país, es probable que la economía ilegal de la marihuana siga creciendo y amenace con perjudicar la venta legal de la droga.
Se suponía que la comercialización regulada por el gobierno iba a comenzar el año pasado. En septiembre, la Junta Nacional de Drogas (JND) anunció que estaba creando un registro de los ciudadanos para que pudieran comprar la marihuana en farmacias. Sin embargo, ha habido repetidos retrasos.
Aunque el gobierno ha registrado algunas farmacias para permitir la venta de la droga, la venta legal de la marihuana no se ha implementado por completo. Ahora se espera que la comercialización oficial y totalmente legal de la marihuana ocurra en algún momento este año.
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Mientras tanto, el aumento en los decomisos de marihuana es una ilustración de que el mercado negro está llenando el vacío, y, como lo indican los dados de decomisos, el mercado de la marihuana ilegal puede hasta ir en aumento. Las incautaciones no son una medida perfecta desde ningún punto de vista, pero son un indicador importante y pueden representar una tendencia y un desafío para el mercado legal por implementarse.
La ley de 2013 parte de la premisa de que una vez que la marihuana esté a la venta, los uruguayos estarán dispuestos a pagar una cuota adicional por las marcas locales, en vez de consumir de la marihuana del mercado negro procedente de Paraguay. De hecho, Geoffrey Ramsey, investigador y delegado de comunicaciones de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, le dijo a InSight Crime que “una vez que los uruguayos se acostumbren a ver la marihuana vendida comercialmente, el mercado para un producto inferior comenzará a desaparecer”.
(Vea aquí la reciente actualización de Ramsey sobre el punto en que se encuentra el proceso de legalización y los retos que le esperan).
Aun así, el país tiene que superar este obstáculo, y el incremento en las incautaciones podría ser un presagio del desafío futuro ante los intentos del gobierno por fijar su precio mínimo.