Un informe gubernamental sobre homicidios en Costa Rica concluye que el crimen organizado es la causa del aumento de la violencia en el país, pero la cuestionable metodología del estudio deja la afirmación expuesta a interrogantes.
El número de homicidios aumentó en 9,7 por ciento en Costa Rica entre 2010 y 2016, según un informe de agosto de 2017 de la Comisión Técnica Interinstitucional sobre Estadísticas de Convivencia y Seguridad Ciudadana (COMESCO).
Después de bajar de un total de 527 homicidios en 2010 a 407 en 2012, el número anual de homicidios subió a 578 en 2016. La tasa de homicidios también exhibió un leve incremento, de 11,5 por 100.000 habitantes en 2010 a 11,8 por 100.000 habitantes en 2016.
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El informe trata de diferenciar los homicidios asociados al crimen organizado. La metodología del documento explica que se emplearon datos de las divisiones de análisis y estadísticas de criminalidad del Ministerio de Justicia para tratar de establecer los motivos. El estudio considera dos móviles: "ajuste de cuentas o venganza" y sicariato, como relacionados con el crimen organizado. Según dicho estándar, la proporción de homicidios dolosos cometidos por grupos criminales se elevó de 2,5 por ciento en 2010 a 46 por ciento en 2016. En otras palabras, los homicidios relacionados con el crimen organizado se dispararon en casi 2.000 por ciento en el periodo de seis años.
Análisis de InSight Crime
La conclusión obvia es que el crimen organizado está impulsando una oleada de violencia. Y algunos de los datos y evidencia anecdótica parecen respaldar esa conclusión. El estado de Limón, conocido foco de narcotráfico, presenta el mayor número de homicidios en el periodo estudiado, seguido de la capital, San José. Además, las víctimas encajan en el perfil: el grupo etario entre 15 y 29 años sufrió el mayor incremento en los homicidios, hasta llegar a una tasa de más de 20 por 100.000 habitantes. Finalmente, el informe está en línea con las alertas de incremento de la actividad narcotraficante en el país, así como afirmaciones con débil sustento del narcotráfico como la causa del incremento de los homicidios.
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Sin embargo, existen razones para cuestionar si la dinámica ha cambiado tanto como lo sostiene el informe. Para empezar, los índices de homicidios de 2016 son similares a los de 2010. Y la vaga metodología del documento no es convincente. Los homicidios por "ajuste de cuentas y venganza" son una descripción demasiado amplia para considerarse específica del crimen organizado. El estudio incluso admite que esta categoría es demasiado vaga.
Hay dos maneras por lo menos de remediar esto. Una es tomar una muestra representativa de todos los homicidios a lo largo de un periodo de tiempo y estudiar los motivos en cada uno de esos casos, según lo determinan las investigaciones de la Fiscalía General. La otra es hacer lo que InSight Crime hizo en Guatemala y hacer una inmersión en los lugares donde las autoridades consideran que hay presencia del crimen organizado y poner a prueba las hipótesis usando los casos ocurridos únicamente en esas zonas.