La investigación de un periódico ha arrojado luz sobre el papel que juegan los "coyotes" y la policía peruana corrupta en un comercio que ve a miles de migrantes de Haití ser contrabandeados ilegalmente a Brasil a través de Perú, a medida que buscan desesperadamente una nueva vida en este gigante económico de Suramérica.
Reporteros del periódico brasileño Folha visitaron la región de la triple frontera entre Perú, Bolivia y Brasil, donde según informaron, los migrantes se enfrentan a la parte más peligrosa de su viaje.
La investigación detalla cómo los migrantes caen en manos de los traficantes de personas conocidos como "coyotes". Los migrantes pagan hasta US$4.000 por los servicios de estos coyotes, quienes a menudo les roban, extorsionan y someten a terribles condiciones.
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Según Folha, antes de emprender la última parte del viaje, los coyotes mantienen encerrados a los haitianos dentro de habitaciones de hotel en Puerto Maldonado -capital de Madre de Dios, un departamento importante en la minería de oro en Perú- ubicado a 233 kilómetros de la ciudad fronteriza brasileña de Assis, en el estado de Acre.
La policía peruana corrupta también toma una parte de las ganancias, informó Folha, al cobrar impuestos a los conductores que llevan a los migrantes a través de la frontera, y extorsionan a los propios migrantes amenazándolos con la deportación.
Análisis de InSight Crime
Desde el terremoto que devastó a Haití en 2010, los residentes de la empobrecida nación insular se han derramado hacia Brasil en busca de oportunidades económicas. A pesar de que los flujos migratorios tradicionalmente han señalado hacia el norte, Brasil se ha convertido en una opción popular debido a su estatus como la economía más grande de Latinoamérica. Esto ha contribuido a su auge como centro de inmigrantes indocumentados, y propiciado el tráfico sexual y el trabajo en condiciones de esclavitud.
La ruta desde Haití a Brasil por lo general comienza en República Dominicana, desde donde los migrantes vuelan a Ecuador -un país conocido por sus políticas migratorias laxas- y viajan por tierra a través de Perú.
Tanto Perú como Brasil han tomado medidas para detener el comercio de contrabando humano resultante. En marzo, las autoridades peruanas iniciaron una campaña de información dirigida a los migrantes sobre los peligros de cruzar la frontera ilegalmente. Por su parte, el gobierno del estado de Acre, Brasil solicitó un cierre temporal del paso fronterizo con Perú en enero, y más recientemente, las autoridades brasileñas lanzaron su propia campaña de información.
Sin embargo, detener este comercio será un reto. En gran medida, Madre de Dios es un territorio sin ley, plagado por la minería ilegal y la prostitución forzada, además, las extensas fronteras comunes con Brasil han probado ser difíciles de controlar. Como indica Folha, la corrupción oficial en Perú probablemente también es un importante facilitador de este comercio.