Un nuevo estudio publicado por el gobierno británico ha encontrado que las leyes de drogas punitivas no necesariamente resultan en un menor consumo de drogas, un hallazgo que podría tener implicaciones importantes en la reforma de la política de drogas en Latinoamérica.
Basandose en misiones de investigación internacionales llevadas a cabo en 2013 y 2014 -incluyendo visitas a los países con políticas de drogas más conservadoras como Estados Unidos y a otros país que están tratando adoptar un enfoque más liberal como Uruguay- el Ministerio del Interior del Reino Unido (pdf) ha encontrado que no existe "ninguna correlación aparente entre la 'dureza' del enfoque de un país y la prevalencia del consumo de drogas en los adultos".
El estudio también encontró que a pesar de que la despenalización no se traduce en un menor número de personas que consumen drogas, tampoco parece promover el consumo. La despenalización del consumo de drogas también puede reducir la presión sobre el sistema de justicia penal, señaló el Ministerio del Interior.
Adicionalmente, el estudio afirma que la despenalización puede tener efectos positivos en la salud de los usuarios, señalando a Portugal como ejemplo, donde la posesión de pequeñas cantidades de cualquier tipo de droga no ha sido un crimen enjuiciable desde 2001. Desde ese año, los casos de VIH y SIDA entre los consumidores de drogas han disminuido significativa en el país.
El informe abogaba por enfoques al consumo de drogas basados en la reducción de la demanda y el tratamiento, pero no da recomendaciones específicas sobre cómo los organismos encargados de hacer cumplir la ley deberían abordar el tema.
El mismo día que el informe fue publicado, los ministros del Reino Unido mantuvieron un debate en el que pidieron al Ministerio del Interior que revisara las políticas de drogas actuales para finales de 2015.
Análisis de InSight Crime
Viniendo de un país con un papel influyente en el debate internacional sobre las políticas de drogas -y uno que tradicionalmente ha mantenido un enfoque conservador frente al consumo- este informe podría tener importantes repercusiones en los encargados de formular políticas. Muchos países de Latinoamérica han estado trabajando para revisar los enfoques de línea dura al consumo de drogas, que pueden obstruir el sistema de justicia y convertir en criminales a los adictos. Las pruebas presentadas por el Reino Unido podrían ser un catalizador importante.
VEA TAMBIÉN: Cobertura sobre la política de drogas
Tradicionalmente el Reino Unido ha estado alineado con la retórica de la "guerra contra las drogas" de Estados Unidos. Sin embargo, este informe -junto con las afirmaciones del viceprimer ministro británico de que los enfoques de línea dura frente a las drogas no están funcionando, y la atmósfera que favorece leyes sobre la marihuana menos estrictas- indica que las actitudes están cambiando lentamente. Este también ha sido el caso en Estados Unidos, donde el zar antidrogas William Brownfield abogó recientemente por un enfoque más tolerante a los consumidores de drogas.
Europa –incluyendo la Unión Europea, que en general ha dado un enfoque más blando a la política de drogas- tiene un interés particular en acabar con su tráfico desde Latinoamérica, especialmente desde Perú y Bolivia, que se han convertido en los principales proveedores del mercado de cocaína europeo. El Reino Unido tiene las tasas de consumo de cocaína más altas de Europa.
En otro indicio de que el Reino Unido podría estar apartándose lentamente de su enfoque tradicional a la "guerra contra las drogas", la Agencia Nacional contra el Crimen (NCA, por sus siglas en inglés), creada en 2013, ha comenzado a suministrar recursos para identificar la estructura completa de las organizaciones narcotraficantes -como su finanzas- en lugar de únicamente enfocarse en ciertos tipos de drogas.