Un reciente informe señala que, de los casos investigados por un organismo anticorrupción en Honduras en los últimos años, solo una pequeña parte llegado a juicio, lo que demuestra la debilidad de las instituciones hondureñas en cuanto a las medidas contra la corrupción.
El Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) de Honduras inició 67 investigaciones sobre corrupción entre 2014 y 2017, pero solamente se llevaron a cabo 10 enjuiciamientos, según un informe del mismo consejo, publicado el 22 de febrero.
El CNA fue creado por una ley de 2005 con el objetivo específico de apoyar al Gobierno en sus esfuerzos contra la corrupción. El organismo es dirigido por representantes de 12 grupos, entre los que se encuentran miembros de la élite económica del país.
Entre otras cosas, el informe señala que, solamente en 2017, el CNA presentó ocho investigaciones específicas sobre contratos públicos otorgados a empresas privadas en Honduras, lo que significó pérdidas para el Estado por más de 195 millones de lempiras (más de US$8 millones).
Uno de los casos que se mencionan en el informe es la supuesta desviación de 12 millones de lempiras (más de US$500.000) de fondos públicos hacia una cuenta personal de la exprimera dama, Rosa Elena Bonilla de Lobo, esposa del expresidente de Honduras, Porfirio Lobo. Según el informe, Bonilla de Lobo trasladó 12 millones de lempiras de fondos públicos a una cuenta personal, pocos días antes de que terminara el mandato presidencial de su esposo.
El expresidente Lobo ha sido acusado de corrupción y de aceptar sobornos de la poderosa red narcotraficante hondureña Los Cachiros. Si bien Lobo ha negado estas acusaciones, al parecer la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH) está a punto de descubrir las supuestas actividades criminales del expresidente.
El informe del CNA reveló que las redes de corrupción de Honduras le causaron pérdidas al Estado por 2,9 mil millones de lempiras (casi US$125 millones) entre 2014 y 2017.
Análisis de InSight Crime
El reciente informe aporta nuevas evidencias de que las instituciones de Honduras carecen de la capacidad de combatir eficazmente la corrupción, y subraya la importancia de contar con organismos independientes como la MACCIH en la lucha contra la corrupción en el país.
Aunque el papel del CNA consiste básicamente en erradicar la corrupción de Honduras, su propio informe demuestra que ha tenido poco impacto. Como la periodista independiente Sandra Cuffe explicó en Twitter, ello quizá se debe a que la institución en sí está sujeta a intereses de miembros de las élites que podrían estar involucrados en actividades corruptas.
"En el CNA hay tantos poderosos intereses empresariales y políticos, que resulta difícil pensar en una institución menos indicada para realizar investigaciones imparciales en torno a las redes de corrupción de Honduras", escribió Cuffe.
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El fracaso de las instituciones hondureñas para obtener logros perdurables en la lucha contra la corrupción fue una de las razones que llevaron a conformar la MACCIH. En otros casos, como el de Guatemala, los organismos independientes de lucha contra la corrupción han logrado avances significativos en el enfrentamiento de la corrupción y la impunidad generalizadas.
Sin embargo, el director de la MACCIH, Juan Jiménez Mayor, renunció recientemente debido a lo que, según él, era la falta de apoyo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), la institución matriz de la misión, y por la constante reacción de las élites que se oponen a los esfuerzos anticorrupción. Dicha renuncia planteó dudas sobre el futuro de las iniciativas contra la corrupción en Honduras, donde el actual presidente, Juan Orlando Hernández, enfrenta denuncias de corrupción tras su victoria en las elecciones del año pasado, que se ha visto empañada por acusaciones de fraude.