Las autoridades de Chile han desmantelado una red transnacional que utilizaba agencias de viajes para traficar migrantes haitianos, lo que indica que los factores generadores de migración de Haití y el atractivo de Chile por su relativa estabilidad están haciendo a los migrantes cada vez más susceptibles de caer en las redes ilegales.
El 17 de abril, las autoridades chilenas arrestaron a tres ciudadanos haitianos, uno peruano y otro chileno por su presunta participación en una red de tráfico de migrantes que utilizaba agencias de viajes legales para facilitar la entrada ilegal de miles de haitianos, según información de la Fiscalía General de Chile obtenida por el medio de noticias 24 Horas.
Según BioBioChile, tres agencias de viajes ubicadas en Santiago de Chile, una de las cuales tenía además una oficina en la capital de Haití, Puerto Príncipe, están acusadas de cobrarles a los migrantes haitianos hasta US$2.000 por "paquetes turísticos" en los que prometían ayudarles a los migrantes a entrar a Chile como turistas con el fin de adquirir puestos de trabajo y visas para estadías largas.
Los inmigrantes haitianos que adquirían estos planes llegaban al aeropuerto de Santiago con documentos que acreditaban sus boletos de avión y reservas de hotel, así como dinero en efectivo para demostrar que tenían fondos suficientes para visitar el país como turistas. Pero a su llegada, la red de tráfico despojaba a los migrantes de su dinero, los abandonaba y los dejaba sin hotel, perspectivas de trabajo, ni ayuda para obtener visa, como se les había prometido inicialmente.
La Fiscalía General de Chile ha identificado a 48 migrantes haitianos que fueron víctimas de dicho esquema, y estima que entre 2.000 y 4.000 más pudieron haber sido engañados por la red de traficantes. Las autoridades estiman que estos últimos ganaban hasta US$160.000 por semana.
La investigación surgió a raíz de la polémica en torno a un video que circuló ampliamente en las redes sociales en el mes de febrero, en el que se denunciaba que había grandes cantidades de migrantes haitianos que estaban ingresando a Santiago por vía aérea con la intención de quedarse más tiempo del permitido por las visas de turista. En marzo, los haitianos que dijeron haber sido víctimas de la red de tráfico realizaron una protesta que generó más atención en torno al tema.
El mismo día de los arrestos, Chile anunció reformas a las leyes inmigratorias del país, que afectarán la entrada de ciudadanos haitianos a partir de julio. Los cambios restringirán las visitas turísticas de los haitianos a 30 días, en lugar de 90, y establecerán nuevas rutas legales para que algunos haitianos adquieran visas de "reunificación familiar humanitaria" de un año de duración.
Los crímenes de tráfico de personas se han triplicado en Chile en los últimos cinco años, pasando de 56 casos en 2013 a 183 en 2017, según un estudio de la policía civil del país, mencionado por El Mercurio.
Análisis de InSight Crime
El desmantelamiento de una red de tráfico de haitianos en Chile con la falsa promesa de ofrecer empleos y visados es un claro ejemplo de los esquemas con los que probablemente se seguirá engañando a los migrantes a medida que empeoran las condiciones en Haití y se eliminan las protecciones migratorias en otras partes de la región.
Los haitianos son actualmente una de las poblaciones inmigrantes con más rápido crecimiento en Chile. En 2017 entraron al país más de 100.000 haitianos, dos veces la cantidad que ingresó en 2016, según la policía de inmigración de Chile. A pesar de los recientes intentos del país austral por controlar el ingreso de migrantes ilegales haitianos, es probable que la ola de migrantes que huyen de la isla continúe creciendo, dado el empeoramiento de la situación de seguridad.
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El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas realizó recientemente una votación para extender el mandato de una misión especial con la que se pretende ayudar a Haití a profesionalizar a su policía nacional y fortalecer su sistema judicial. La decisión generó desacuerdos en torno a si la inseguridad de Haití plantea una amenaza internacional.
Estados Unidos ha presionado para que se amplíe el despliegue de las fuerzas de seguridad de la ONU en Haití. Pero a pesar de las constantes preocupaciones por las condiciones en la isla, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS por sus iniciales en inglés) recientemente les quitó la protección temporal a casi 60.000 inmigrantes haitianos, aduciendo que en su país ya existen mejores condiciones (una afirmación que parece contradecir los mismos documentos internos de dicho departamento).
Recientemente han surgido nuevos temores por la situación de seguridad de Haití, tras la reincorporación de las fuerzas armadas del país, que fueron disueltas en 1995 después de un largo prontuario de participación en golpes de Estado, corrupción y violaciones a los derechos humanos. Varias personas nombradas en altos niveles de mando dentro de la nueva institución prestaron sus servicios durante la violenta dictadura de los noventa.
Es muy probable que estas condiciones sigan alentando a los crecientes números de haitianos a buscar el llamado "sueño chileno", generando nuevas oportunidades para los grupos criminales que buscan beneficiarse de la desesperación de los migrantes.