Una red internacional de narcotráfico usaba las islas Canarias, de España, que suelen ser pasadas por alto como vía crucial en una importante ruta de tránsito, para llegar al mercado europeo.

Un total de 11 ciudadanos españoles y un colombiano solicitado en extradición a España fueron capturados como resultado de una investigación que se extendió por dos años, según un comunicado de Europol del 23 de enero. Los agentes también incautaron más de US$2 millones en activos del grupo.

Coordinados por el intermediario colombiano en la ciudad de Cali, al suroeste de la capital colombiana, los cargamentos de droga salían de este país y hacían escala en islas Canarias frente a la costa de África Occidental antes de llegar a otros miembros de la red en España, quienes se ocupaban de la distribución, según Europol.

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Los cargamentos se escondían en caravanas que viajaban desde islas Canarias hasta España, así como en casas rodantes. La red “era propietaria de concesionarios de automóviles, talleres de reparación de autos y manejaba parques de caravanas” para disimular el transporte de los vehículos, a la vez que usaba los negocios como fachada para lavar el dinero, según las autoridades.

Entre los millones en bienes incautados por la Policía española había varios vehículos y casas a nombre de sospechosos de testaferrato, según un comunicado emitido por el organismo el 23 de enero.

Este no es el único operativo antinarcóticos reciente que tiene su epicentro en Canarias. En mayo de 2019, las autoridades apresaron a siete personas sorprendidas a bordo de un barco pesquero en aguas cercanas a las islas, quienes transportaban 1,5 toneladas de cocaína proveniente de Brasil con destino a España, según una nota de la agencia de prensa EFE.

Análisis de InSight Crime

Las islas Canarias son un punto de trasbordo conveniente para que la cocaína colombiana llegue a las costas europeas, pues las bandas narcotraficantes están constantemente buscando nuevas formas de llegar a este lucrativo mercado.

Esto puede plantear un serio problema para el avance de las autoridades, pues los traficantes siguen aprovechando el creciente mercado de consumo en el continente para drogas ilícitas, como la cocaína. Las autoridades de la Unión Europea tienen un “índice de éxito muy bajo en la identificación y confiscación de dineros ilegales” y “los decomisos pueden ser apenas [el uno por ciento] del total de ganancias criminales”, según el Informe de mercados de drogas en la UE para 2019.

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Los organismos europeos también han estado intentando hacer frente a la cocaína que ingresa a la región, generalmente por medio de los puertos. Los cargamentos de varias toneladas de cocaína que salen de ciudades portuarias de Colombia “representan la cuota más grande de la cocaína que ingresa a la UE”, según Europol. Entre otras cosas, Europa ofrece a los traficantes un creciente mercado con altos precios en las calles y sin la interdicción estadounidense.

Cuando no se ocultan las drogas en contenedores de carga que salen de puertos de Brasil, Colombia y Ecuador en camino a grandes puertos europeos, las islas frente a las costas de Europa y África Occidental, como las Canarias o las Azores de Portugal en medio del Atlántico, se presentan como trampolines convenientes.