Las fuerzas de seguridad se están desplegando nuevamente en un barrio en el que la retirada reciente de una ocupación conjunta de ejército y policía llevó a un repunte de los homicidios, lo que pone de relieve la ineficacia de estrategias a corto plazo que no controlan las raíces del enquistado dominio de las pandillas.
En medio de temores por el aumento de los homicidios en las últimas semanas, el 23 de abril se envió nuevamente un destacamento de policías y soldados al barrio de Denham Town, al oeste de Kingston, uno de los tres lugares con alta criminalidad designados a finales del año pasado como “zonas de operaciones especiales” (ZOSO), según información de The Jamaica Gleaner.
A seis meses de la introducción del programa ZOSO en Dunham Town, las autoridades han avanzado en su estrategia de “despejar, retener y construir”, reduciendo las fuerzas de seguridad para permitir la implementación de los proyectos de intervención social. Sin embargo, no bien se retiró a la policía y el ejército, los residentes declararon al Jamaica Gleaner que “bandas rivales fuertemente armadas están armando desorden nuevamente”, y por lo menos 20 personas han muerto acribilladas.
En respuesta a la oleada de violencia, las comunicaciones de la jefa de ZOSO Dian Bartley señalaban que los funcionarios han tenido que “revisar la estrategia” adoptada, reinstalando puntos de control y reenviando a agentes de policía y soldados a patrullar las calles, pues “elementos criminales” están “buscando aprovechar los avances” del programa.
A comienzos de este mes, el congreso de Jamaica votó para extender el programa ZOSO por 60 días más, tercera extensión del programa para Denham Town y cuarta para el barrio de Mount Salem en la zona de Montego Bay, al noroeste de Jamaica. Durante la votación, el primer ministro jamaiquino Andrew Holness comentó que el “crimen ha tenido una reducción importante y los residentes [de las ZOSO] han estado gozando de cierta paz en su comunidad”.
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Varios funcionarios más que trabajan en la estrategia de seguridad han destacado también el impacto positivo de las ZOSO. En marzo, el coronel Daniel Pryce, de la Fuerza de Defensa de Jamaica, encargado de la implementación del programa, se congratulaba de que las “zonas de operaciones especiales han sido muy exitosas”. Los consejeros locales para Mount Salem y el vecino Montego Bay también han expresado su respaldo al programa, citando el avance en proyectos sociales y de infraestructura que han sido facilitados por la mayor seguridad.
Sin embargo, Fitz Jackson, portavoz de seguridad nacional del opositor People’s National Party (Partido Nacional Popular), criticó las ZOSO y el uso de estados de emergencia en otros barrios como “medidas provisionales” que “no tienen la capacidad de contener los problemas generalizados” que agravan el “problema del crimen” en Jamaica.
Análisis de InSight Crime
Con el deterioro progresivo de la situación de seguridad en Jamaica, las autoridades parecen inmersas en la implementación improvisada de una estrategia de seguridad represiva y miope que falla en lo que respecta a sofocar las crecientes tasas de homicidio y a obstruir las actividades criminales de las pandillas locales.
Como ya lo informó InSight Crime, desde su introducción en septiembre de 2017, la ofensiva de seguridad “se ha visto estropeada por la implementación apresurada, en ocasiones basada en información poco fiable”, y puede estar agravando el reclutamiento de las pandillas y abarrotando las cárceles.
De hecho, el alza en las tasas de homicidios en Jamaica en los últimos tres años bien puede haberse exacerbado por la ofensiva, lo que ha causado una escisión y dispersión de las pandillas en la nación isleña y la diversificación de sus actividades criminales.
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Durante décadas, la corrupción en los mayores partidos políticos en Jamaica ha dado vía libre a los criminales en “comunidades acuarteladas” —barrios controlados por las pandillas, conocidas como “posses”, que apoyan la elección de políticos aliados para garantizar que se les deje ejercer sus actividades criminales. Sin embargo, en los últimos años, con los intentos de algunos políticos por tomar distancia de las pandillas, y las bajas de importantes capos en operativos de seguridad, el caos resultante ha agravado los choques violentos por el control de las lucrativas actividades criminales.
Esta dinámica puede estar detrás de la reciente oleada de homicidios en Denham Town. Según el Jamaica Gleaner, los residentes creen que las muertes tienen que ver con un pleito entre facciones rivales de Denham Town y el vecino Tivoli Gardens, que se alió recientemente con pandilleros de Golden Heights.
Aunque los temores exacerbados de los residentes de Dunham Town han llevado a algunos a agradecer el retorno de policías y soldados, otros creen que la ocupación por parte de estos organismos no hará mucho para contener el crimen a menos que se ataquen los vínculos que aún existen entre grupos criminales y políticos.
“Esto es más grande que la policía y el ejército. Ellos no pueden detener esto. Solo los políticos pueden, porque lo que hay aquí es un cuartel”, declaró un habitante al Jamaica Gleaner.