Las autoridades de Brasil han supuestamente desmantelado una red internacional de tráfico de drogas que le compró toneladas de estupefacientes a un jefe criminal brasileño encarcelado en Paraguay —el más reciente ejemplo de que esta poderosa figura promueve el crimen y la violencia dentro y fuera de las paredes de la prisión—.
El 29 de agosto, la policía federal de Brasil llevó a cabo la "Operación Corona" contra una organización criminal que al parecer le compró cocaína directamente a Jarvis Chimenes Pavão, un narcotraficante brasileño que se encuentra pagando una pena de ocho años de prisión en Paraguay.
Varias personas fueron detenidas en Brasil y Paraguay, muchas de los cuales supuestamente visitaron a Pavão cuando se encontraba recluido en la cárcel de Tacumbú, con el objetivo de negociar la venta de toneladas de drogas, según ABC Color. Como evidencia de esto, existen fotografías de los sospechosos con Pavão en su celda "VIP", que el recluso había convertido prácticamente en su oficina personal.
(Imágenes de la celda de Pavão, cortesía de ABC Color)
Según ABC Color, la policía investigará si los detenidos también visitaron a Pavão después de que éste fue trasladado a las instalaciones de una Unidad Especializada de la Policía en el año 2016. El recluso va a ser extraditado a Brasil en diciembre de 2017.
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Las autoridades brasileñas sostienen que la cocaína entró a Brasil a través del municipio de Ponta Porã en el estado Mato Grosso do Sul, ubicado en la frontera suroeste de Brasil con Paraguay, para luego ser traficada y vendida en la región de Serra Gaúcha, en el estado de Rio Grande do Sul, al sur de Brasil.
Desde marzo de 2017, las autoridades brasileñas han incautado más de 4,6 toneladas métricas de marihuana y cocaína relacionadas con la investigación. Se estima que la red ha ganado 500.000 reales (unos US$159.000) por cada cargamento de cocaína traficado.
Análisis de InSight Crime
Pavão hace parte de una larga lista de jefes criminales latinoamericanos que se sabe que ejercen el poder desde la prisión, y éste es sólo el más reciente escándalo que ilustra la magnitud de su control. Además de supuestamente dirigir las economías ilícitas, en el año 2016 Pavão fue acusado de intentar provocar disturbios en las cárceles de Paraguay, como una estrategia para impedir su inminente extradición a su país de origen.
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Las actividades de Pavão también parecen haber contribuido a una violenta guerra territorial por fuera de los muros de las prisiones, a lo largo de la frontera entre Brasil y Paraguay. El jefe criminal ha sido acusado de ordenar el asesinato, en junio de 2016, de Jorge Rafaat Toumani, quien era un prominente empresario y narcotraficante brasileño que operaba en la ciudad fronteriza de Pedro Juan Caballero, en Paraguay. En marzo de 2017, Ronny, un hermano de Pavão, fue abatido presuntamente como represalia, tras lo cual se presentaron otros asesinatos.
Pedro Juan Caballero, ubicado en la frontera con Ponta Porã, se encuentra en una disputada ruta de tráfico donde se han asentado grupos paraguayos y brasileños.