A pesar de los controles por parte de las autoridades, el robo de gasolina continúa aumentando en Cuba, dada la escasez de combustible agravada por las sanciones impuestas a Venezuela, el principal proveedor de la isla.
Según estimaciones conservadoras de la Unión Eléctrica de Cuba, casi 2,5 millones de litros de diésel desaparecieron de la central eléctrica de Santa Fe en Guanabacoa el 4 de septiembre, informó Cuba Debate. Dicha cantidad de combustible es suficiente para abastecer de electricidad a 52.000 hogares en un mes.
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Los administradores y operadores de la central utilizaban cantidades de diésel más pequeñas de lo presupuestado, y luego sacaban el combustible sobrante del lugar en camiones de construcción para venderlo a conductores o incluso a comunidades cercanas.
En Cuba se adelantan actualmente unos 300 juicios por robo de combustible. Las provincias de La Habana, Villa Clara y Holguín representan el mayor número de casos relacionados con el robo de combustible. Holguín ha registrado 48 casos, La Habana 42 y Villa Clara 32. El vicefiscal general de Cuba, Reinaldo Cruz Rivera, dijo a los medios de comunicación que los empleados estatales que trabajan en centros de distribución de combustible son los principales culpables, pues extraen gasolina para venderla en el mercado negro.
Las ganancias de este delito son claramente atractivas. En junio de 2018, el precio de un litro de combustible en el mercado negro era de entre 10 y 15 pesos cubanos (entre US$40 y US$50 centavos), mientras que el precio oficial es de 25 pesos, según datos publicados por Ciber Cuba.
El robo de crudo agrava la escasez de combustible en la isla. En enero de 2019, el país tenía un déficit diario de 25.000 barriles de petróleo. En agosto, la cifra ascendió a 30.000 barriles, según la petrolera estatal de Cuba, Cupet.
Análisis de InSight Crime
El mercado negro de la gasolina en Cuba parece estar impulsado tanto por oportunidades como por necesidades. Por un lado, los salarios del sector público en Cuba son bastante bajos, por lo que para los trabajadores de las instalaciones de la petrolera estatal resulta tentador vender algo de combustible, con el fin de obtener un ingreso extra. Por otro lado, la escasez ha llegado a tal punto que, en el verano de 2018, los propietarios de automóviles con licencia solamente podían comprar medio litro de gasolina por día en las estaciones de servicio estatales.
Dadas las sanciones de Estados Unidos a Venezuela, el principal proveedor de petróleo de Cuba, el flujo de petróleo a la isla ha disminuido. Estados Unidos además ha sancionado a las compañías de transporte marítimo que comercian petróleo entre los dos países.
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Cuba ha impuesto un estricto racionamiento de combustible para hacer frente a la escasez, lo que ha generado un nuevo mercado negro en el que participan muchos habitantes de la isla.
El robo de crudo se ha convertido en un tema candente en toda América Latina. En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha arremetido contra este delito, y en países como Honduras, muchas pandillas criminales se benefician del mismo.