Cuatro pandilleros han sido asesinados en la primera "zona de paz" de El Salvador; las zonas donde se supone que han cesado todas las actividades de las pandillas bajo los términos de una tregua a nivel nacional, lo que lleva a afirmar que intereses externos podrían estar tratando de estropear el proceso.
Los homicidios ocurrieron el viernes, cuando cuatro miembros de la pandilla Barrio 18 fueron asesinados en el municipio de Ilopango, que en enero se convirtió en la zona inaugural sin violencia en el país. Las zonas son parte de la segunda fase de una tregua negociada entre Barrio 18 y sus rivales de la Mara Salvatrucha (MS13), que comenzó en marzo de 2012.
Los cuatro miembros de la pandilla fueron asesinados cuando los líderes de ambas pandillas se reunían en los alrededores, informó El Faro. Los informes iniciales sugirieron que las muertes habían sido el resultado de la lucha entre las dos pandillas.
No obstante, las pandillas dijeron que ningún grupo había llevado a cabo los asesinatos, y sugirieron que hay personas que están tratando de sabotear el proceso de paz, informó El Faro. Los testigos dijeron que los asesinos abandonaron su auto y subieron a otro vehículo que los recogió, lo que apunta a un trabajo planificado profesionalmente.
El alcalde de Ilopango, Salvador Ruano, hizo eco a las afirmaciones de las pandillas, lo que sugiere que los asesinatos se llevaron a cabo por un escuadrón de la muerte en un intento por boicotear la tregua, posiblemente ligado a los cuerpos de seguridad. La policía de El Salvador rechazó estas afirmaciones.
Análisis de InSight Crime
Esta no es la primera vez que los homicidios han ensombrecido las zonas de paz o la tregua. Una serie de homicidios ocurrió en Ilopango apenas un mes después del comienzo del acuerdo. Sin embargo, las pandillas han mantenido su compromiso, a través del cual han reducido casi a la mitad los homicidios en todo el país después de haber iniciado la tregua el año pasado.
Mientras que las ganancias iniciales se han puesto bajo escrutinio después de un aumento en las extorsiones en el primer año de la tregua, y luego de un aumento en los homicidios de mayo y junio de 2013 en comparación con 2012, el presidente Mauricio Funes ha afirmado su apoyo al proceso en varias ocasiones y ha hecho un llamado a la comunidad internacional para que apoye el proceso.
No obstante, no está claro si su gobierno lo apoya; y, en un despliegue confuso de señales mixtas, Funes también ha insistido en que el gobierno no está participando realmente en la tregua. Peor aún, el ministro de Seguridad Ricardo Perdomo ha criticado la tregua, diciendo que las pandillas la han utilizado para reforzar sus vínculos con las organizaciones internacionales narcotraficantes.
Lo que es más, la tregua está entrando en la fase más cruel: la temporada electoral. La tregua promete ser un punto importante de discusión en las elecciones presidenciales del próximo año, y los candidatos pueden tratar ganar popularidad facilmante atacando el acuerdo entre las pandillas.