Las autoridades chilenas han desmantelado otro laboratorio de cocaína, que era utilizado por un grupo de bolivianos y chilenos para procesar la droga en su forma líquida, lo que sugiere que el papel de Chile en el tráfico de drogas puede estar evolucionando más allá de ser un punto de transbordo.
Tras una investigación de seis meses, la policía chilena confiscó más de 530 kilogramos de cocaína y desmanteló un gran laboratorio de procesamiento de cocaína en la ciudad de Nancagua, a unos 200 kilómetros al sur de la capital, Santiago, informó Publimetro el 28 de marzo.
Además de la incautación de 450 kilogramos de cocaína líquida y 85 kilogramos de base de cocaína, las autoridades arrestaron a cuatro chilenos que supuestamente traficaban el producto en el país y a dos bolivianos que procesaban la droga en su forma líquida. La policía encontró además precursores químicos necesarios para procesar la droga en su forma líquida, informó Cooperativa.
Carlos Yánez, jefe de la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado, dijo que el grupo criminal también estaba involucrado en la distribución de una parte de la producción en el área metropolitana de Santiago, según Publimetro.
El funcionario también señaló que este es el cuarto laboratorio de cocaína desmantelado en el país este año. Otros 16 laboratorios fueron descubiertos el año pasado.
Análisis de InSight Crime
El tamaño del laboratorio desmantelado recientemente, junto con el hecho de que cerca de 20 instalaciones similares han sido descubiertas en el último año, sugieren que el papel de Chile en el tráfico de drogas podría estar evolucionando más allá de ser un país de transbordo, con un gran mercado de consumo interno. En lugar de importar cocaína refinada para venderla en Chile, los grupos criminales parecen estar refinando la droga ellos mismos.
La estructura desmantelada parece haber explotado el mercado de consumo local de Chile, uno de los más grandes de Latinoamérica, con el fin de distribuir parte de las drogas que ingresan al país. Esto lo podrían haber realizado vendiendo directamente la pasta de coca —una forma barata de la droga cuyo consumo generalizado se ha convertido en un serio desafío para muchos países suramericanos— o refinar el producto en cocaína en polvo, que se puede vender a un precio más alto.
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La cocaína líquida confiscada, sin embargo, estaba casi con toda seguridad destinada a la exportación. Esta forma de la droga, que fue descubierta en 2011 en Bolivia según BBC Mundo, es mucho más difícil de detectar por las autoridades, y les hace más fácil a los traficantes pasar sus productos a través de las fronteras. Además, según algunos informes, el papel de Chile como punto de transbordo ha estado creciendo.
Pero si la base de cocaína y los dos especialistas en química provienen de Bolivia, es sorprendente que los sospechosos hayan decidido procesar la droga en su forma líquida en Chile en lugar de hacerlo en Bolivia, lo que probablemente habría hecho el contrabando del producto a través de la frontera menos riesgoso.
Una de las razones que puede explicar esta decisión es la accesibilidad que hay en Chile de los precursores químicos necesarios para el procesamiento de la droga, en parte debido a la gran industria química del país. Pero aunque los precursores de Chile eran tradicionalmente enviados a los países productores de coca en el norte —en especial Bolivia y Perú—, el total de 20 laboratorios desmantelados desde 2016 sugiere que esta tendencia puede estar cambiando, y que Chile puede convertirse en un país importante para el procesamiento en la cadena del comercio de drogas, además de ser un punto de consumo y transbordo.