El reciente descubrimiento de un laboratorio de cocaína en la segunda mayor ciudad de Colombia podría indicar un cambio en curso en la producción hacia zonas urbanas, una tendencia que puede intensificar los problemas de seguridad del país.
Las autoridades colombianas allanaron un laboratorio de producción de cocaína en el barrio residencial Manrique Centro, nororiente de Medellín, que abastecía estupefacientes para la distribución local, según un comunicado del ejército el 8 de julio. La declaración dice que es la primera vez que las autoridades hallan un laboratorio de este tipo en la zona urbana de Medellín.
El allanamiento arrojó el arresto de dos personas y la incautación de cuatro kilos de cocaína pura que podía producir unos 12 kilos de cocaína para la venta en el mercado local, según el informe. Sustancias químicas, un horno microondas, lámparas UV, una prensa y otros artículos se hallaron en la escena.
VEA TAMBIÉN: Cobertura sobre la Producción de cocaína
El comunicado del ejército señala que la producción de cocaína en zonas residenciales pone a los habitantes en riesgo por el uso de químicos y el riesgo general que conlleva la actividad criminal.
La mayor parte de la producción de cocaína en Colombia se realiza en laboratorios rurales para luego contrabandear la droga a las ciudades, añade el comunicado.
Fuente: El Colombiano
Análisis de InSight Crime
Pese a la declaración del ejército, este no es el primer laboratorio de procesamiento de cocaína que se ha detectado y destruido en la ciudad de Medellín, pero el tamaño inusualmente grande puede revelar el comienzo de una nueva estrategia criminal preocupante.
Las autoridades se han incautado de muchos laboratorios de cocaína a pequeña escala en la ciudad en el pasado, según César Sarmiento, fiscal de la Unidad contra el crimen organizado de la Fiscalía General en Medellín. Sarmiento declaró a InSight Crime que hace un año se desmontó un centro de procesamiento en La América, barrio al occidente de Medellín, y se han notificado otros hallazgos en la zona.
El fiscal anunció que se halló otro laboratorio de cocaína en la zona de Castilla, noroccidente de Medellín, y que en 2012, se descubrió un centro similar perteneciente a la banda de Los Triana en el barrio San Javier, occidente de la ciudad, todas ellas zonas conocidas por su actividad pandillera violenta.
Una documental de VICE en 2014 tuvo acceso a un laboratorio de cocaína de ese tipo, donde se convertía las hojas de coca en cocaína pura con ayuda de un microondas y de varias sustancias químicas. Ese documental informaba que había "cientos" de centros más en operación en la ciudad para satisfacer un mercado local enorme.
Sin embargo, la incautación de un laboratorio con una capacidad tan grande como el hallado en el barrio Manrique es un fenómeno “muy inquietante" que representa una nueva modalidad para los grupos criminales, según el consultor internacional de seguridad John Marulanda. En su opinión, la bonanza de la producción de coca está generando un desplazamiento cada vez mayor de la producción de cocaína del campo a las ciudades.
Este cambio es provocado por el incremento de la presión de la fuerza de seguridad en la producción rural y la dificultad logística de transportar los narcóticos a las zonas urbanas. Muchos laboratorios están ubicados en zonas aisladas de departamentos remotos, como Putumayo y Norte de Santander.
VEA TAMBIÉN: Cobertura sobre Migración Criminal
Marulanda estima que hasta el 14 por ciento de la cocaína colombiana se queda en el país para el consumo doméstico. Aunque la cantidad producida en las ciudades sigue siendo mínima por el momento, el consultor cree que esta tendencia podría proliferar y empeorar la situación de seguridad urbana en el proceso.
Pero los laboratorios de cocaína no son el único fenómeno que vigilan las fuerzas de seguridad urbana. La producción de drogas sintéticas también se ha detectado en las ciudades, incluyendo la capital colombiana Bogotá, y Sarmiento cree que hay más laboratorios clandestinos en operación en Medellín.