Un agente de seguridad de alto rango en el estado mexicano de Michoacán dijo que las milicias de autodefensa ya no son necesarias, en el desarrollo más reciente de un peligroso acto de equilibrio, en el que los funcionarios están comprometidos con estos poderosos grupos, que probablemente no termine bien.
El comisionado para la seguridad Alfredo Castillo, dijo a los oyentes del programa de Denise Maerker en la cadena Radio Fórmula transmitida a nivel nacional que "El argumento original [de las autodefensas], en algunos lados, ya no se justifica", informó Animal Político.
Sus comentarios fueron hechos en respuesta a las afirmaciones de los líderes de las autodefensas y líderes de la iglesia, de que los habitantes de Buenavista -un municipio que incluye a La Ruana, el bastión de las autodefensas- no tenían cómo denunciar los crímenes.
Castillo dijo que sentía que las autoridades eran capaces de actuar eficazmente "cuando sí tenemos declaraciones, cuando están sustentadas, y éstas permiten actuar contra una persona".
El comisionado dijo que reconoció la valentía de las personas que verdaderamente querían detener el crimen, pero sugirió que las milicias de autodefensa se ??habían "infiltrado" y se habían vuelto incontrolables después de alcanzar un tamaño que sus líderes nunca esperaron.
Análisis de InSight Crime
Los comentarios de Castillo de que las milicias de autodefensas están fuera de control no debería ser una sorpresa, pues se presentan poco después de que se anunciara el procesamiento de un líder de las autodefensas por presuntamente ordenar el asesinato de un alcalde que estaba en contra de las milicias de su ciudad.
Sin embargo, Castillo no mencionó el papel del gobierno mexicano en el crecimiento y poder de las milicias: en enero, el gobierno mexicano creó un marco legal que hizo pseudo-legítimas a las autodefensas y les permitió acompañar a las fuerzas de seguridad mexicanas en una serie de operaciones.
VEA TAMBIÉN: Cobertura sobre las autodefensas
Las autoridades parecen estar cambiando de actitud ahora que el enemigo jurado de las milicias -la organización criminal Caballeros Templarios- se ha visto considerablemente debilitado tras el asesinato de dos de sus principales líderes.
La inconsistente actitud del gobierno hacia las milicias de autodefensa ha contribuido con una situación ya complicada dentro del movimiento de autodefensas. Las milicias han experimentado serias divisiones, con sus líderes acusándose entre si de mantener vínculos criminales, y mientras que algunos quieren trabajar con las autoridades, otros quieren tomar la justicia por sus propias manos y "limpiar al estado de la delincuencia".
Al participar en este tipo de maniobras políticas y alienar el movimiento al que recientemente dieron una apariencia formal, los funcionarios mexicanos corren el riesgo de que los autodefensas se nieguen en el futuro a incluso negociar la entrega de armas. Esto podría llevar a que elementos de los grupos se criminalicen formalmente y se vuelvan en contra de las autoridades con las que muchos quisieran trabajar.