Venezuela está cobrando sus tasas aeroportuarias mediante una aplicación que convierte el dinero en bitcoins, una muestra del uso continuado de criptomonedas en el país para evadir las sanciones de Estados Unidos.

Desde febrero de 2018, el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar (el más importante del país), ubicado a 30 kilómetros de Caracas, exige a las aerolíneas que paguen los servicios de operación mediante una aplicación llamada Jetman Pay, según ABC International. Esta aplicación convierte las tarifas aeroportuarias en Bitcoin, lo cual permite hacer transferencias a casas de cambio internacionales en Hong Kong, Rusia, China y Hungría. Allí se convierten en dólares y se depositan en cuentas a nombre del gobierno venezolano.

De esta forma, el régimen venezolano intenta acumular reservas en moneda extranjera desafiando las sanciones estadounidenses.

Adicionalmente, Jetman Pay es propiedad de BCDA Aeronautical Solutions, firma registrada en Florida, la cual cobra dos por ciento de las tasas cobradas de esta forma en el aeropuerto, según los contratos de servicios a los que accedió ABC, lo que significa que una firma estadounidense estaría ayudando a Venezuela a evadir las sanciones.

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Este no es el único caso en el que Venezuela recurre a las criptomonedas, divisas digitales reguladas mediante técnicas de encriptado, independientemente de un banco central. A comienzos de 2018, el presidente Nicolás Maduro lanzó una moneda digital respaldada con petróleo, que denominó petro. En esa época, el diputado venezolano Andrés Eloy Méndez exaltó la divisa como un instrumento clave para evadir el “bloqueo comercial y financiero” impuesto por Estados Unidos.

El Tesoro de Estados Unidos respondió prohibiendo a ciudadanos estadounidenses que compraran el petro, y describió la divisa como “otro intento de apoyar el régimen de Maduro, mientras se siguen saqueando los recursos del pueblo venezolano”.

Análisis de InSight Crime

Aunque la administración de Maduro sigue considerando las criptomonedas como un mecanismo útil para burlar las sanciones estadounidenses, el uso continuado de Bitcoin en el cobro de tasas aeroportuarias en Venezuela indica que las criptomonedas internacionales, como bitcoin, están resultando más útiles que el petro.

“Cada moneda depende de la confianza […] Venezuela y sus representantes de gobierno no son dignos de confianza, de modo que cualquier cosa que creen puede ser manipulada más adelante”, declaró a BBC Mundo Rodrigo Andragnes, director ejecutivo de la organización no gubernamental Bitcoin Argentina.

Señala que el petro ya ha sido manipulado. En sus inicios su único respaldo era el petróleo, pero ahora está ligado de manera más vaga a todos los recursos del subsuelo venezolano.

Otro resultado del experimento del petro es que puede haber permitido que Venezuela desarrollara el conocimiento y las instituciones necesarias para aprovechar las oportunidades que ofrecen otras criptomonedas. Aunque usa bitcoins, la estructura de las tasas aeroportuarias está coordinada por la Superintendencia Nacional de Criptoactivos y Actividades Conexas (Sunacrip), organismo creado para administrar la distribución del Petro.

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En público, Maduro sigue proclamando su confianza en el Petro. En julio de 2019, ordenó al Banco Central de Venezuela que aceptara transacciones en la criptomoneda, y anunció planes para distribuir un millón de “Petro carteras” entre los venezolanos.

Pero estos usos domésticos no tienen nada que ver con la misión original del petro como divisa internacional libre de los controles estadounidenses. El petro no se negocia en casas de cambio internacionales de criptomonedas, una señal clara de su falta de tracción global. Por ahora parece sobrevivir solo porque los venezolanos están obligados a pagar sus impuestos sobre la tasa del petro.

Incluso Rusia, el aliado más importante de Venezuela, parece haber perdido la fe en la moneda. Luego de intentos iniciales de usar el petro para el comercio entre ambos países, ahora están volviendo al rublo. En marzo de 2019, el Tesoro de Estados Unidos sancionó al banco ruso Evrofinance Mosnarbank por haber ayudado a financiar el petro, la única vez que se ha asociado una firma extranjera a la nueva criptomoneda.