El descubrimiento de la primera plantación de coca de Centroamérica, en la región fronteriza entre Panamá y Colombia, podría ser indicio de la expansión de las actividades de las FARC en una zona que ya ha sido utilizada por la guerrilla para el narcotráfico.
En una operación conjunta antidrogas, las autoridades colombianas y panameñas descubrieron una plantación de coca en la remota región selvática panameña de Chucurtí, cerca de la costa Caribe y la frontera entre los dos países, informó el diario español El País. Las autoridades destruyeron 4.495 plantas en un área de aproximadamente dos hectáreas, según dijo una fuente anónima del Servicio Nacional de Fronteras de Panamá (Senafront) a la agencia de noticias AFP.
Durante la operación, las autoridades también encontraron un pequeño laboratorio de procesamiento de coca y producción de cocaína que, las autoridades estiman, tenía la capacidad de producir alrededor de 30 kilogramos de cocaína al mes.
Aunque la plantación fue la primera en encontrarse en territorio centroamericano, “este hallazgo no sorprende tanto, en la medida en que del otro lado de la frontera [de Panamá y Colombia] hay plantaciones.”, dijo el director del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD), Carlos Alvarado Valverde, a El País.
Análisis de InSight Crime
La zona en donde fue encontrada la plantación de coca está ubicada en la densa región selvática conocida como el Tapón del Darién, que domina la frontera entre Colombia y Panamá, y es utilizada como base de operaciones por el Frente 57 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El Frente 57 está muy involucrado en el tráfico internacional de cocaína, tiene vínculos con el grupo criminal los Urabeños (el cual también ha expandido su presencia en Panamá), suministra cocaína a los carteles mexicanos y ha sido conocido por usar la Ciudad de Panamá para sellar negocios de drogas.
La presencia bien documentada de las FARC en la zona hace poco probable que no sean responsables, o al menos cómplices, de la plantación de coca encontrada en territorio panameño; lo que indica que el grupo pudo haber expandido sus operaciones locales para incluir el cultivo y el tráfico. El carácter expansivo e inhóspito del terreno hace que sea difícil para las fuerzas de seguridad de Colombia y Panamá mantener una presencia constante.
Los cultivos de coca cerca de la frontera colombiana con Ecuador también se han atribuido a las FARC.
Centroamérica es un eslabón clave en la cadena del tráfico de cocaína, con un estimado del 84 por ciento de la cocaína dirigida hacia Estados Unidos, pasando a través de la región, según un informe de 2011. Panamá era el centro de operaciones de una red internacional de narcotráfico desarticulada en abril de 2012, la cual se cree que fue suministrada por el Frente 30 de las FARC.