Se dice que habitantes de la región oriental de Colombia ocultaron los restos del narcoguerrillero “Megateo”, muerto recientemente, y construyeron un altar en su honor, lo que se suma a la leyenda de un narcotraficante, cuya facilidad de escape se asoció a lo místico y al apoyo de las comunidades en las que operaba.

Fuentes cercanas al caso dicen que los guardaespaldas de Víctor Ramón Navarro Serrano, alias “Megateo”, líder de los remanentes dedicados al narcotráfico del Ejército Popular de Liberación (EPL), escaparon con su cabeza y con otras partes de su cuerpo luego de su muerte en una reciente operación de seguridad, informó El Tiempo. Aparentemente, las autoridades solo pudieron recuperar una de las piernas de Megateo, la cual enviaron al organismo forense de Colombia, Medicina Legal.

Esta falta de evidencia física ha dificultado la confirmación de la muerte de Megateo; el General Rodolfo Palomino, director de la Policía Nacional de Colombia, señaló que será “imposible” establecer la muerte del narcoguerrillero hasta que un miembro de la familia se presente a identificarlo, informó El Espectador. Sin embargo, Palomino añadió que los informes de inteligencia confirmaron que Megateo sí murió durante el operativo de seguridad.  

Las fuentes no identificadas también informaron a El Tiempo que familiares, seguidores y asociados cercanos en su bastión en el departamento de Norte de Santander levantaron un altar para rendir homenaje al líder caído.

Análisis de InSight Crime

Los esfuerzos declarados para preservar los miembros del cuerpo de Megateo y el altar erigido refuerzan su imagen de “Robin Hood” moderno en la subdesarrollada región del Catatumbo, donde el líder guerrillero construyó un imperio de tráfico de cocaína. Las autoridades dicen que Megateo había usado sus riquezas para renovar el parque principal del pueblo en que vivía, y también se dice que entregó útiles escolares y regalos de navidad a los habitantes.

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Pero las donaciones caritativas de Megateo no estaban motivadas por el mero altruísmo. La admiración de la que gozaba en estas comunidades le permitió crear una red de informantes que le permitieron evitar ser capturado durante años, a pesar de la gran presión de las fuerzas de seguridad. Corrían rumores de que Megateo había resultado muerto en agosto pasado cuando 300 agentes especiales se enfrentaron con guerrilleros, pero él logró escapar a la tiroteo.

Las dudas persistentes sobre su muerte originadas por la imposibilidad de las autoridades para hallar su cuerpo, puede ser una señal de que el halo de misterio que rodea a Megateo aún se mantiene. Como lo indican numerosos casos, las muertes misteriosas y la desaparición de cuerpos crean teorías de narcoconspiración que, de vez en cuando, resultan ser incluso ciertas.

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