El líder del grupo criminal mexicano los Caballeros Templarios, "La Tuta", se ha comprometido a "luchar hasta el final", en una diatriba desafiante lanzada en un momento en el cual permanecer tranquilo y reconstruir sus fuerzas podría ser en realidad la mejor opción para el asediado grupo.
En el audio (vea abajo), publicado el 28 de octubre en una página de Facebook llamada ("Michoacan Sin Censura”), Servando Gómez Martínez, alias "La Tuta", dijo que se arrepiente de los crímenes que ha cometido, pero que continuaría con sus actividades criminales y que nunca dejaría de resistirse a las fuerzas de seguridad mexicanas.
La Tuta también rechazó entregarse a las autoridades, diciendo que "a mi Dios padre todopoderoso es al que le voy a pagar [por mis crímenes]". Luego pidió perdón a todos los familiares de los que habían muerto a causa de él.
Además, afirmó que "casi todos, por así decir, más de un 50 por ciento" de las autodefensas que han luchado contra él en Michoacán tenían vínculos previos con los Caballeros Templarios.
Análisis de InSight Crime
Los Caballeros Templarios siempre han tenido un acercamiento idiosincrático al crimen organizado, rehusándose a operar entre las sombras para favorecer su notable perfil mediático y sus ruidosas campañas de relaciones públicas. La Tuta ha jugado un papel de liderazgo en cuanto a esto, apareciendo con frecuencia en videos que promueven a los Caballeros y desacreditan a sus enemigos.
Sin embargo, actualmente los Caballeros están contra la pared, maltratados por los ataques de las milicias de autodefensa y las fuerzas de seguridad. Después de las muertes de sus antiguos líderes, Nazario Moreno González, alias "El Chayo", y su segundo al mando Enrique "El Kike" Plancarte, en marzo de 2014, hoy en día La Tuta es el único líder visible que queda del grupo.
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En un momento así, es probable que lo más prudente sea continuar con el enfoque de bajo perfil que le ha funcionado tan bien a la organización criminal más importante de México, el Cartel de Sinaloa, y buscar reagruparse en silencio; lejos de los ojos de los medios de comunicación y las autoridades. En su lugar, el mensaje desafiante de La Tuta sirve como recordatorio de que los Caballeros Templarios todavía no han sido derrotados y que él sigue en libertad, y que cuanto más se promueva ese mensaje en los medios de comunicación, más probable será que las autoridades se aseguren de que esto no siga siendo así.