La guerrilla del EPL ha pedido que se le permita unirse a los grupos guerrilleros más grandes de Colombia en las conversaciones de paz, pero es poco probable que el gobierno esté interesado en negociar con estos pequeños y fuertemente criminalizados remanentes de una insurgencia otrora poderosa.
En una carta abierta dirigida a varias organizaciones sociales el 25 de julio, el Ejército Popular de Liberación (EPL) pidió al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, iniciar negociaciones de paz con el grupo, informó El País.
El EPL dijo que iba a insistir en un alto el fuego bilateral y en la formación de una Asamblea Nacional Constituyente -un organismo representativo de toma de decisiones- en cualquier eventual proceso de paz. También aplaudieron las negociaciones de paz preliminares que el gobierno colombiano está llevando a cabo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Análisis de InSight Crime
El EPL comenzó como un grupo guerrillero maoísta a finales de 1960 y la mayoría del grupo se desmovilizó en 1991, a raíz de las negociaciones de paz con el gobierno del expresidente César Gaviria. La facción disidente, que no llegó a deponer las armas, desde entonces se ha involucrado fuertemente en el tráfico de drogas en el departamento de Norte de Santander, al noreste de Colombia, y ahora es considerado más como un grupo criminal que como una organización guerrillera.
El líder del EPL Víctor Ramón Navarro Serrano, alias "Megateo", declaró en una entrevista el año pasado que el EPL sólo gravaba la cocaína producida en su zona de operaciones, pero las autoridades colombianas creen que él es dueño de grandes extensiones de tierra que contienen laboratorios de cocaína capaces de procesar hasta dos toneladas de cocaína al mes, y que maneja una red que trafica cocaína a Venezuela.
Tanto las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) como el ELN tienen vínculos comerciales con el EPL -laboratorios desmantelados el año pasado en el Catatumbo al parecer estuvieron manejados por estos dos grupos, que procesaban la cocaína para vendérsela a Megateo. También se cree que la guerrilla ha suministrado drogas al grupo criminal Los Rastrojos, cuyo exlíder Javier Calle Serna, alias "Comba", antes era miembro del EPL.
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Es probable que el EPL tenga menos de 100 combatientes, y es visto principalmente como una organización de tráfico de drogas, en lugar de una insurgencia que amenaza la seguridad, por lo que el gobierno de Santos probablemente será cuidadoso en negociar con el grupo. Sin embargo, si el gobierno se niega a iniciar conversaciones de paz con el grupo, el presidente corre el riesgo de que facciones del ELN y las FARC, que no quieran aceptar los términos de cualquier eventual acuerdo de paz, acaben uniéndose al grupo de Megateo.