Un informe ilustra mediante mapas cómo se trafica la marihuana por Paraguay y Argentina a través de miles de kilómetros de rutas fluviales, y proporciona datos sobre un método de tráfico menos popular pero de gran capacidad.
El diario argentino La Nación publicó una investigación sobre el tráfico de marihuana en Paraguay, el mayor productor de cannabis de Suramérica, a lo largo de sus principales vías fluviales.
Según el diario, sólo el 5 por ciento de las 50.000 toneladas de cannabis que la nación produce es consumido por los paraguayos, mientras que al parecer el 80% se contrabandea a Brasil, principalmente a las metrópolis de São Paulo y Río de Janeiro. El resto es traficado a Argentina y luego a Chile.
El principal método de transporte, según informó La Nación, es a través de los ríos Paraguay y Paraná, cuyos afluentes comienzan en Puerto Cáceres en la frontera brasileña y corren hacia el sur por 3.442 kilómetros, para desembocar en el Océano Atlántico cerca de Nueva Palmira, Uruguay. (Vea el mapa de InSight Crime. Para ver el gráfico más detallado de La Nación, haga clic aquí).
"Hace poco más de una década, el narcotráfico fue tomado por organizaciones transnacionales", le dijo el senador paraguayo Eduardo Petta a La Nación, refiriéndose en especial al Primer Comando da Capital (PCC) y el Comando Rojo (Comando Vermelho - CV) como dos de los principales grupos criminales involucrados en el comercio de marihuana en Paraguay.
Según el fiscal antinarcóticos Ysaac Ferreira, las estructuras criminales regionales trabajan juntas como una "cooperativa", en la que los grupos brasileños administran el suministro de marihuana del norte de Paraguay, mientras que los paraguayos controlan la etapa de transporte, y los grupos argentinos llevan las drogas al mercado.
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Aunque el tráfico fluvial es menos popular que el contrabando terrestre o aéreo, los buques marítimos utilizados tienen una capacidad mucho mayor, señala el informe. Durante el último año, 32 toneladas métricas de marihuana han sido incautadas en dos cargamentos, una cantidad con la que se llenarían 80 aviones pequeños, según La Nación.
El elevado número de buques que viajan por los ríos, que puede alcanzar hasta 300 al día, también hace que los controles de seguridad sean más difíciles. Por otra parte, un documento gubernamental revisado por La Nación afirma que los funcionarios argentinos no están autorizados para realizar chequeos en los barcos cuyo destino final no es Argentina.
El informe agrega que a las tripulaciones de los barcos se les ofrecen US$10.000 para traficar drogas por los ríos. Se ha informado que los productores de marihuana en Paraguay pagan US$30 por kilogramo, mientras que el valor de la droga puede llegar a US$2.800 por kilogramo si llega a Chile.
Análisis de InSight Crime
La detallada investigación hecha por La Nación nos permite entender una de las operaciones criminales más importantes de Suramérica. Las dificultades que implica controlar el tráfico ilegal en las rutas fluviales pueden ayudar a explicar por qué Paraguay está luchado por deshacerse de la enorme industria de producción de marihuana.
La participación uruguaya en esta red transnacional de marihuana no debe pasarse por alto. El mapa de rutas fluviales producido por La Nación también muestra a la capital de Uruguay, Montevideo, como un destino para las drogas. De hecho, según La Nación, narcotraficantes paraguayos, brasileños y argentinos se habrían reunido recientemente en la capital para coordinar el envío de un cargamento. Según funcionarios uruguayos, Paraguay suministra más del 90 por ciento de la marihuana consumida en Uruguay.
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La histórica decisión de Uruguay de legalizar todas las etapas del comercio de marihuana en 2013 podría verse afectada por la continua afluencia ilegal de marihuana paraguaya. El jefe del organismo antidrogas de Paraguay criticó inicialmente la medida uruguaya porque aumentaría la demanda uruguaya y por lo tanto alentaría un aumento en la producción en su país. De hecho, el bajo precio del producto paraguayo, así como la escasez inicial en los suministros legales uruguayos, podría contribuir a que la marihuana ilegal continúe cruzando desde Paraguay. Sin embargo, la baja calidad del producto paraguayo puede en última instancia mitigar esta tendencia.