Uno de los hombres más buscados de Perú ha sido capturado en Colombia y deportado, marcando un paso hacia adelante en un caso de alto perfil contra una red criminal de gran alcance vinculada al tráfico de tierra, la trata de personas, el lavado de dinero y el tráfico de drogas.
Rodolfo Orellana, alias "El Gordo", un abogado y empresario peruano que había estado huyendo durante meses, fue capturado el 13 de noviembre en la ciudad colombiana de Cali –al suroeste del país- por la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (DIJIN) de Colombia con la ayuda de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés). Tras la captura, Orellana fue trasladado a Bogotá y deportado rápidamente a Perú.
Según la página en Internet de la Presidencia de Colombia, Orellana entró al país alrededor de dos meses antes de su captura, donde estaba siendo protegido por “sus amigos y contactos, entre ellos familiares de un narcotraficante del Valle del Cauca ya asesinado”.
En el momento de su captura, Orellana estaba siendo buscado por la Organización Policial Internacional (Interpol, por sus siglas en inglés) por lavado de dinero y asociación ilícita, y se dice que estaba procesando documentos falsos con el fin de escapar a Suecia.
Junto con su hermana Ludith -capturada el mismo día, justo al norte de Lima- Orellana presuntamente dirigía una basta red criminal que incluía abogados, miembros del poder judicial peruano, agentes de la policía, políticos, y otros empleados del sector público. Se cree que llegó a amasar una fortuna de alrededor de US$100 millones a través de la toma y reventa fraudulenta de propiedades pertenecientes a individuos y al Estado, y que llegó a crear unas 50 empresas fachada para lavar el dinero que conseguía ilícitamente.
La fiscal del caso Marita Barreto dijo a Perú 21 que Orellana también estaba siendo investigado por vínculos con el narcotráfico.
Análisis de InSight Crime
Dado el tamaño de la red de Orellana y la manera en que consiguió penetrar las instituciones del Estado -así como sus aparentes vínculos internacionales- su captura es una victoria importante para las autoridades peruanas, y es posible que tenga aterrados a algunos de los miembros de la élite política de Perú.
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Fuentes legales en Perú ya habían dicho a InSight Crime que estaban preparando 50 casos contra miembros de la red de Orellana -del total de 200 presuntos miembros identificados- haciendo de éste uno de los casos más extensos que se ha construido contra un grupo en Perú.
La captura de Orellana viene poco después de la detención de quien sería uno de sus operadores principales a finales de octubre, el coronel retirado de la policía Benedicto Jiménez, quien llegó a ser considerado un héroe en la guerra contra Sendero Luminoso en el país.
La decisión de Orellana de huir a Colombia sería una señal de que la protección política que había disfrutado se estaba desmoronando, aunque es interesante que estuviera dispuesto a arriesgarse en un país que, durante los últimos años, ha puesto considerable énfasis en acabar con sus capos criminales.