El gobierno de México ha notificado un total de 244 servidores públicos asesinados durante los primeros seis meses de 2013; un número que posiblemente se ha afectado como consecuencia de la violencia electoral este año.
Según la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), el número de servidores públicos que murieron entre enero y junio incluyó a 14 soldados. La Armada de México aún no ha revelado sus cifras, informó El Economista.
Varios alcaldes mexicanos se encuentran entre los servidores públicos que murieron este año. Wilfrido Flores Villa, un alcalde temporal en el estado de Michoacán, fue asesinado a balazos en febrero; el alcalde José René Garrido Rocha fue asesinado en el estado de Puebla en abril; y dos alcaldes del estado de Oaxaca fueron asesinados, uno en marzo y el otro en junio.
En su conteo independiente, El Economista estima que 14 miembros de la policía nacional han sido asesinados este año, sólo en el estado de Michoacán, donde 10 policías federales han sido parte de las 36 víctimas que murieron durante la ola de violencia en la última semana, según la agencia de noticias Imagen del Golfo.
Análisis de InSight Crime
Las elecciones locales de México, que tuvieron lugar a principios de julio, pueden haber tenido un impacto en el número de muertes de servidores públicos de este año. Gran parte de la violencia se registró en el período previo a las elecciones, a medida que grupos criminales buscaban asegurar la influencia política.
También es probable que la muerte de los policías haya contribuido significativamente al conteo; en marzo, Milenio informó que 100 policías y soldados habían muerto en los tres primeros meses de la nueva administración.
Anteriormente, los informes de muertes de militares de la SEDENA han planteado dudas, tanto sobre las aparentemente contradictorias cifras, como por las extremadamente bajas cifras de muertes del ejército en comparación con las muertes de los "agresores".
Hay una reducción al comparar el número de muertes militares bajo el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto hasta el momento y el número total en la anterior administración de Felipe Calderón. No obstante, todavía es demasiado pronto para comparar significativamente las dos administraciones, y aún no es posible evaluar si el compromiso del presidente para asumir un enfoque menos militar en la lucha contra el crimen organizado conducirá a una reducción significativa en el número de muertes.