Al parecer, las autoridades estadounidenses han descubierto miembros de pandillas entre los miles de niños migrantes no acompañados que se encuentran en centros de procesamiento, lo que ofrece una faceta adicional a la ya compleja cuestión de los migrantes que huyen de la violencia criminal, aunque una que es poco probable que plantee una grave amenaza a la seguridad.
Un informe de la Patrulla Fronteriza obtenido por el sitio de noticias Townhall.com muestra que al menos 16 niños que están siendo procesados actualmente como inmigrantes ilegales tienen vínculos con la pandilla callejera la Mara Salvatrucha (MS13).
Townhall.com también citó fuentes anónimas que dijeron que las autoridades habían identificado a seis jóvenes con antecedentes penales por delitos graves, como el asesinato, y que los pandilleros en los centros de procesamiento habían estado utilizando las instalaciones para coordinar las actividades y reclutar nuevos miembros.
Análisis de InSight Crime
La correlación entre el deterioro en la seguridad en Centroamérica y la reciente avalancha de niños migrantes no acompañados de la región hacia Estados Unidos es actualmente un tema polémico y altamente politizado. Sin embargo, como la investigación de InSight Crime ha demostrado, no hay duda de que una proporción significativa de estos inmigrantes están huyendo de la actividad de las pandillas y la violencia criminal.
Hay una serie de razones por las cuales los niños con antecedentes en las pandillas podrían estar entre aquellos que cruzan la frontera. Las pandillas como la MS13 comienzan el reclutamiento a una edad temprana y a veces no es voluntaria, por lo tanto, los niños pueden ser forzados a entrar a una pandilla y sólo pueden dejarla huyendo. En otros casos, los niños se pudieron haber unido voluntariamente, pero se dieron cuenta que eran incapaces de llevar a cabo los actos de violencia requeridos, como demostraciones de lealtad y compromiso; o pudieron haber peleado con el liderazgo de la pandilla o simplemente quieren escapar de su pasado criminal.
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Sin embargo, es posible que algunos de los jóvenes sean miembros activos de las pandillas, pero es poco probable que esto represente una seria amenaza a la seguridad de Estados Unidos.
Las pandillas callejeras latinas, especialmente la MS13, ya tienen una presencia en Estados Unidos y hay una amplia evidencia de que ellas coordinan actividades criminales con sus contrapartes en Centroamérica, en particular en El Salvador. Las pandillas de ambos lados de la frontera probablemente tienen acceso a redes establecidas para el movimiento de armas, drogas, personas y dinero. Por tanto, es poco probable que ellas utilicen las rutas de los migrantes comunes, que son arduas, peligrosas y arriesgadas, para llevar a cabo cualquier operación importante de la pandilla.
Los números respaldan esto. Aunque las autoridades de Estados Unidos han descubierto 16 miembros de la pandilla hasta el momento, si la cuenta de Townhall.com es correcta, se trata de una pequeña fracción de las decenas de miles de niños que cruzan la frontera.