El ejército de México anunció que había localizado la primera plantación de coca del país, lo que sugiere que los traficantes mexicanos podrían estar buscando producir la cocaína en el país -un potencial punto de inflexión para la industria de la droga.
El 9 de septiembre, miembros del ejército y la policía de fronteras de México hallaron y destruyeron 1.639 plantas de coca ubicadas en una parcela de aproximadamente 1.250 metros cuadrados en Tuxtla Chico, en el estado de Chiapas, cerca de la frontera con Guatemala, informó Reforma.
"Se tiene conocimiento que es el primer plantío que se localiza a nivel nacional de este tipo de planta", dijo a Reforma Sergio Ernesto Martínez Rescalvo, comandante de la 36 Zona Militar con sede en Tapachula.
El descubrimiento se produjo tras la incautación, una semana antes, de hojas y plantas de coca en una residencia cercana, donde fueron detenidos tres sospechosos, informó Reforma.
Análisis de InSight Crime
Si la declaración del comandante es cierta, el descubrimiento podría indicar un cambio estratégico por parte de los traficantes mexicanos.
El estado de Chiapas es territorio del grupo narcotraficante los Zetas, que también tiene una fuerte presencia en el vecino país de Guatemala y controla rutas de la droga hasta la Costa del Golfo. Es plausible que los Zetas u otro grupo pueda estar estudiando el terreno para determinar si el cultivo de coca en el país es una opción viable.
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Prácticamente toda la producción mundial de cocaína proviene de los cultivos de coca de los países andinos suramericanos de Colombia, Perú y Bolivia. Generalmente la coca se cultiva en las laderas de las montañas, pero en los últimos años el cultivo de coca en las regiones bajas de la selva ha incrementado, como en el caso de la Amazonía peruana. Las plantas de coca producen la mayor parte de la cocaína entre los 1.000 y 1.200 metros de altura, pero también pueden crecer exitosamente a nivel del mar con las condiciones adecuadas -calidez, buen drenaje y mucha agua. Tuxtla Chico, donde se encontró el cultivo, está ubicado a cerca de 320 metros sobre el nivel del mar.
En teoría no hay nada que pueda evitar que los grupos mexicanos cultiven coca en el clima tropical de Chiapas. Un cambio exitoso hacia la producción de coca dentro de México cambiaría dramáticamente el comercio de drogas en el país, que está constituido alrededor del proceso de traslado de cocaína desde Suramérica hacia Norteamérica. Si México tuviera importantes cultivos de coca, los traficantes mexicanos podrían deshacerse de sus proveedores suramericanos y de sus intermediarios de Centroamérica, reduciendo sus costos significativamente.
Algunos han argumentado que los traficantes colombianos tomaron una decisión estratégica similar en los años setenta, de cultivar coca a nivel nacional, para no tener que depender de los cultivos de Perú y Bolivia.
Sin embargo, es poco probable que un cambio tan drástico vaya a suceder en el corto plazo. Los Andes tiene una larga tradición de cultivo de coca, alimentada por la ausencia del gobierno y las poblaciones excluidas. No obstante, la ganancia potencial para los traficantes mexicanos implica que vale la pena observar cualquier cultivo de coca en el país.