Cuatro altos mandos militares, detenidos durante la presidencia de Felipe Calderón por presuntos vínculos con los carteles de la droga, han sido puestos en libertad, dejando en prisión a sólo tres de ellos condenados como parte de la tan alardeada operación de lucha contra la corrupción.
El 5 de julio, los generales Roberto Dawe González, Ricardo Escorcia Vargas y Rubén Pérez Ramírez, y el teniente Silvio Isidro de Jesús Hernández Soto fueron liberados de una prisión de máxima seguridad luego de que se cayeran todos los cargos en su contra.
En mayo de 2012, los hombres fueron puestos en prisión preventiva por acusaciones de que habían ayudado a la Organización de los Beltrán Leyva (OBL); en parte, con base en el testimonio del miembro preso de la OBL, Édgar Valdez Villareal alias "La Barbie", y de los testigos protegidos "Jennifer" y "Mateo".
Otro oficial militar –el mayor Iván Reyna Muñoz– declarado inocente en el caso, fue mantenido en custodia para ser procesado por cargos de extorsión.
En abril, también se cayeron los cargos en contra de un sexto oficial involucrado en el caso, el general Tomás Angeles Dauahare, con base en la decisión de que el testimonio en su contra había sido fabricado.
Análisis de InSight Crime
Con la liberación de estos cuatro militares, diez de los 13 funcionarios condenados como parte de la "Operación Limpieza" han sido puestos en libertad, según Proceso, dañando aún más la ya deteriorada reputación de la presidencia de Calderón.
La Operación había sido señalada por el gobierno de Calderón como una prueba de su progreso en la lucha contra la corrupción y el fin de la impunidad, con el arresto de los altos mandos militares, ya que demostró que estaban dispuestos a enfrentarse al ejército y a su reputación, que en comparación era más limpia.
Los casos se resolvieron rápidamente; desbaratados por su dependencia en los testimonios de los miembros del cartel que se habían convertido en testigos, partes de los cuales no pudieron ser verificadas por los fiscales.
Con el actual gobierno de Enrique Peña Nieto satisfecho con la expiración de los casos de la Operación Limpieza, es poco probable que la verdad de la culpabilidad de estos hombres salga a la luz. De cualquier manera, el caso sigue siendo una acusación condenatoria de las debilidades de los sistemas de seguridad y judicial mexicanos.