Varios informes gubernamentales recientes señalan que México sigue teniendo dificultades en la lucha contra el lavado de dinero, un problema de vieja data que se ve agravado por la falta de voluntad política y por el excesivo énfasis en las respuestas militarizadas ante el crimen.
Un informe confidencial del gobierno mexicano, al cual Reuters tuvo acceso, señala la gravedad del problema de los flujos financieros ilícitos en México.
El informe, que será presentado ante el organismo internacional contra el lavado de dinero llamado Grupo de Acción Financiera contra el Blanqueo de Capitales (GAFI), pero que aún no se ha publicado, señala que "se considera que los fondos ilícitos susceptibles de blanqueo de capitales en México, y que son generados dentro de la jurisdicción, representan un riesgo ALTO".
El informe señala que se han realizado avances "significativos" desde que se hizo la última evaluación de GAFI en México en 2008. Pero también estima que el tráfico de drogas, el fraude fiscal y otras actividades criminales generan al menos 1,13 trillones de pesos (US$58.5 mil millones) al año en México, y que todo ese dinero es susceptible de ser blanqueado.
Otro informe, publicado recientemente por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), y que fue consultado por Animal Político, señala que la lucha contra el lavado de dinero avanza muy lentamente. Según el análisis de la ASF, las autoridades mexicanas están identificando más casos sospechosos de crímenes financieros cada año, pero pocas veces las investigaciones y los enjuiciamientos dan resultados satisfactorios.
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Entre 2013 y 2016, casi se triplicó el número de sospechosos de lavado de dinero considerados de "alto riesgo" por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Procuraduría, y una creciente proporción de los sospechosos enfrentan cargos criminales formales cada año. Sin embargo, sólo menos del 5 por ciento de los casos que se presentaron ante la Procuraduría en 2016 fueron resueltos ese año, y más de la mitad fueron rechazados porque se consideró que no se habían formulado de manera apropiada.
El informe de la ASF también señala que la unidad especial de la policía federal encargada de prevenir y combatir el lavado de dinero no ha tomado medidas proactivas para detener el crimen. En cambio, dice el informe, la unidad sólo ha iniciado investigaciones con base en pistas proporcionadas por autoridades y ciudadanos, las cuales varían cada año y no dan cuenta de todos los flujos financieros ilícitos que se presentan.
Como señala el informe, de las 386 investigaciones iniciadas por la unidad especial de la policía en 2016, más de tres cuartas partes no condujeron a la identificación de estructuras criminales.
Los autores sostienen que las falencias de México para investigar y enjuiciar el blanqueo de capitales "representa un riesgo no sólo para el sector financiero sino también para la seguridad pública". El informe advierte que, aunque las autoridades reconocen que el lavado de dinero es una "amenaza significativa", las deficiencias en las investigaciones y la impunidad en estos casos están "posibilitando el fortalecimiento de la criminalidad".
Análisis de InSight Crime
La permanente ineficiencia de México en la lucha contra el blanqueo de dinero quizá se origina en las decisiones del gobierno en cuanto a la asignación de recursos.
Aunque se han realizado inversiones significativas en la militarización de la lucha contra el crimen, se ha hecho comparativamente poco por mejorar la capacidad de las autoridades para iniciar investigaciones complejas como las que se requieren para acabar con las operaciones de lavado de dinero. De hecho, entre 2015 y 2016, a la UIF y a la unidad especial de la policía, las cuales son analizadas en el reciente informe de la ASF, se les han reducido constantemente sus presupuestos en un 40 y un 6 por ciento, respectivamente.
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Como InSight Crime ha informado anteriormente, los expertos señalan que, si los gobiernos pretenden acabar con las organizaciones criminales, deben hacer más énfasis en atacar sus recursos financieros.
Channing May, analista político del grupo Global Financial Integrity (GFI), con sede en Washington DC, le dijo a InSight Crime en marzo que las estructuras criminales dedicadas al blanqueo de capitales "Estos son negocios, y no puede tratarse de usar técnicas ya empleadas".
"Debemos ir tras el dinero. Cualquier negocio, independientemente de que ofrezca bienes o servicios, tiene que tener el dinero en orden para funcionar", agregó May.