El despliegue masivo de fuerzas federales ordenado por el presidente de México Enrique Peña Nieto en Michoacán evoca a la estrategia militarizada de su predecesor Felipe Calderón en este estado asediado por la violencia.

El gobierno central mexicano enviará 5.000 agentes federales (incluyendo miembros de la Policía Federal, el ejército y la armada) al estado de Michoacán, al suroeste del país, según informó El Universal. El nuevo contingente se unirá a los 3.000 agentes que ya se encuentran patrullando el estado.

El gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, señaló que se está realizando una evaluación para determinar las áreas más riesgosas, donde las nuevas fuerzas serán desplegadas. Son preocupantes en particular las fronteras de Michoacán con los estados vecinos de Jalisco, Guanajuato, Guerrero y el Distrito Federal, añadió Conejo.

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Los agentes federales están siendo desplegados como parte de una mejora de la iniciativa de “Mando Único” propuesta por Peña Nieto.  El programa pretende reemplazar a los cuerpos de policía locales, que al parecer están infiltrados por el crimen organizado, por una única fuerza policial comandada desde el nivel estatal.

Según El Universal, hasta el momento 76 municipios de Michoacán se han acogido a Mando Único. Ahora que sus fuerzas policiales han sido disueltas, la seguridad de estos municipios ha pasado a ser controlada por los 3.000 agentes federales que ya se encuentran en Michoacán.

Análisis de InSight Crime

Desde que asumió el cargo como presidente en 2012, Peña Nieto señaló que la estrategia de seguridad de su gobierno se enfocaría en la prevención de los crímenes y la reducción de la violencia. Sin embargo, el más reciente despliegue de las fuerzas federales realizado por Peña Nieto evoca acciones similares tomadas por Calderón, cuya confianza en la fuerzas militares para combatir a los temibles carteles de la droga fue una parte integral de la denominada “Guerra contra las Drogas” mexicana.

Una de las primeras medidas de Calderón luego de llegar a la presidencia fue enviar 6.500 tropas para restaurar el orden en su estado natal Michoacán. Las tropas supuestamente iban a ser una medida temporal, pero seis años después el gobierno envió otros 4.000 efectivos al estado.

Los 5.000 agentes federales que Peña Nieto está desplegando en Michoacán —adicionales a los 3.000 ya presentes— muy probablemente también permanecerán durante un largo plazo. En la medida en la que más cuerpos policiales están siendo disueltos como parte del programa Mando Único, el estado será cada vez más dependiente de las fuerzas de seguridad federales.

Sin embargo, hay razones para dudar que esta nueva decisión producirá mejores resultados que las anteriores. Pese al desmantelamiento de organizaciones criminales como los Caballeros Templarios, la violencia en Michoacán sigue siendo alta, y los grupos de autodefensa se siguen enfrentando en sangrientos tiroteos.