El asesinato de un estudiante universitario ha vuelto todas las miradas hacia el aumento de los secuestros extorsivos en Ciudad de México, y generado especulación sobre el rol de la organización criminal “Las Pelonas” en el caso.
El cuerpo sin vida de Norberto Ronquillo, estudiante de mercadotecnia de la Universidad del Pedregal, en Tlalpan, al sur de Ciudad de México, fue encontrado el 9 de junio, a pocos kilómetros de su universidad, según informó la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México en una conferencia de prensa.
Ronquillo había sido secuestrado el 4 de junio. Los secuestradores exigieron cerca de US$260.000 por el joven, que los padres pagaron. Pero Ronquillo nunca fue liberado y se cree que fue asesinado pocas horas después de su secuestro.
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Medios mexicanos han reportado una serie de líneas oficiales de investigación. Entre ellas, el posible rol de la banda criminal Las Pelonas en el caso, por las similitudes en el modus operandi de otros crímenes que se le adjudicaron a la organización.
Las Pelonas cuentan con un historial de secuestros extorsivos de jóvenes estudiantes en Xochimilco, Tlalpan y Coyoacán, en la misma zona en la que fue secuestrado Ronquillo, según información publicada por La Silla Rota. En casi todos los casos exigieron montos similares de dinero.
Las autoridades tienen identificado el accionar de Las Pelonas desde 2007, cuando secuestraron a Priscila Lora, una joven de 18 años, quien estuvo en cautiverio por más de dos años y después fue asesinada.
Entre 2015 y 2018 se han reportado cinco secuestros que estarían relacionados con esta banda. De las víctimas tres fueron asesinadas y dos devueltas con vida.
Alias “Las Barbas” es el único integrante que las autoridades han identificado, según reportó El Universal.
Isabel Miranda de Wallace, presidenta de la organización Alto al Secuestro, dijo que el grupo es muy sofisticado.
“Se trata de una organización criminal muy bien estructurada con 30 años de experiencia que se creía desmantelada pero se ha ido reagrupando”, dijo en declaraciones a El Universal.
Análisis de InSight Crime
En los últimos años, los grandes grupos criminales se han fragmentado tras el encarcelamiento de sus líderes y resultaron en un mayor número de grupos con portafolios criminales diversificados. Esto, a su vez, ha generado grupos criminales como Las Pelonas, con nichos de violencia.
En este contexto, el secuestro extorsivo ha sido una de las actividades criminales de preferencia, lo que se ve reflejado en el agudo aumento de estos crímenes entre 2017 y 2018 en Ciudad de México.
Entre enero y mayo de 2019, los secuestros aumentaron un 103 porciento con respecto al mismo período en 2018, según la organización Alto al Secuestro.
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El caso también resaltó las fallas de México a la hora de investigar y abordar crímenes a manos de organizaciones criminales, esencial a la hora de detener los secuestros de forma efectiva.
Si bien ya no bajo los nombres de los hegemónicos carteles, estructuras nada insignificantes como Las Pelonas, siguen actuando a sus anchas y aprovechando el reacomodo criminal y la lenta respuesta de las autoridades frente a los cada vez más sofisticados modus operandi criminales.