Los últimos avances en un caso que implica a familiares del presidente Nicolás Maduro sugieren que el ejército tiene participación activa en el transporte de cocaína hacia Haití, en un lento avance al corazón del régimen socialista a tan solo unas semanas de las elecciones.
Nuevas informaciones muestran que los sobrinos, capturados recientemente, de la primera dama venezolana Cilia Flores salieron del aeropuerto internacional Simón Bolívar desde una terminal reservada para funcionarios gubernamentales en un avión cargado con 800 kilos de cocaína, según informes de Infobae y Fox News Latino.
Al mando del Jet Cessna Citation estaban los miembros de la unidad de la seguridad presidencial y de transporte —Casa Militar— Pedro Miguel Rodríguez, teniente coronel activo de la Fuerza Aérea venezolana, y el oficial militar Pablo Urbano Pérez.
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El Nacional informó que luego de arrestar a los parientes de la pareja presidencial, Efraín Antonio Campo Flores y Francisco Flores de Freitas, los agentes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), buscaron el jet y le permitieron regresar a Venezuela. Según ABC, las autoridades de Nueva York no tuvieron el tiempo para interponer cargos contra las otras cuatro personas que volaban hacia Haití por lo que no fueron arrestados, pese a su presunta participación en el caso.
El informante que condujo al arresto de los sobrinos de Flores –quienes están siguiendo su proceso judicial en la ciudad de Nueva York— afirmó que los dos volaban con drogas de manera regular saliendo de la Terminal 4 del aeropuerto Simón Bolívar, según fuentes consultadas por ABC. También reveló que ambos ayudaron a financiar la campaña presidencial de Maduro en 2013 usando fondos ilícitos
Análisis de InSight Crime
El cerco parece cerrarse alrededor del presidente Nicolás Maduro, quién enfrenta unas elecciones legislativas el 6 de diciembre plagadas de aún más acusaciones sobre funcionarios involucrados con el tráfico de drogas que han perjudicado a su presidencia.
El actual partido gobernante, Partido Socialista Unido de Venezuela, cuyo apoyo popular ha ido bajando desde la muerte del presidente Hugo Chávez en 2013, enfrenta actualmente una serie de acusaciones internacionales por narcotráfico y violaciones a los derechos humanos. Dentro de los investigados por narcotráfico se encuentran el hijo de la primera dama y juez de Caracas Walter Jacobo Gavidia; el número dos de Venezuela y presidente de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello, y el gobernador del estado de Aragua Tarek El Aissami, informó El Nuevo Herald.
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Este caso no solo implica a varios funcionarios de la cúpula gubernamental; también llama la atención sobre la colaboración directa de las autoridades venezolanas y las fuerzas de seguridad presidenciales en las operaciones de tráfico de drogas. Como sucedió con el caso del vuelo de Air France en 2013, en el cual se incautó de una cantidad sin precedentes de 1,3 toneladas de cocaína en un vuelo comercial que aterrizó en París, cargamentos tan importantes pasados por el principal aeropuerto venezolano son imposibles sin la complicidad de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
La divulgación de estos diversos grados de complicidad son malas noticias para el gobierno de Maduro, que en la actualidad va a la zaga de la oposición, con sólo 28 por ciento del apoyo popular. Estas tensiones pueden alcanzar un punto de quiebre en las próximas semanas, con las amenazas de Maduro de "tomar las calles" militarmente si pierde las próximas elecciones para la Asamblea Nacional.