Una tentativa frustrada de ingreso de media tonelada de cocaína en un avión privado que despegó del principal aeropuerto internacional de Colombia hacia el Reino Unido es una muestra de la mayor audacia de los grupos criminales en sus intentos de dar salida a la sobreproducción de cocaína en el país suramericano.
Las autoridades británicas anunciaron la semana pasada el decomiso de 15 valijas cargadas de cocaína y la captura de cinco pasajeros europeos el 29 de enero en el aeropuerto de Farnborough, cerca de Londres. El jet privado había despegado el día anterior del aeropuerto internacional de El Dorado, de Bogotá, el aeropuerto más grande de Colombia.
La Fuerza Fronteriza del Reino Unido se refirió al cargamento, avaluado en cerca de US$70 millones en el país europeo, como “uno de los mayores decomisos de ese tipo” en la historia del Reino Unido.
El vuelo privado despertó sospechas por las profesiones declaradas por los pasajeros, según la revista colombiana Semana. Entre los cinco pasajeros que presuntamente pagaron el costo de US$300.000 por el vuelo había dos albañiles, un ayudante de cocina, un peluquero y un desempleado. Tres de los sospechosos habían ingresado a Colombia con visas de turista en noviembre de 2017 con la intención de comprar cocaína para el cartel italiano ‘Ndrangheta, según información de El Espectador.
Del otro lado del Atlántico, la incautación motivó la apertura de una investigación de las autoridades colombianas sobre las fallas de seguridad que llevaron a la salida de la cocaína desde Bogotá. Las autoridades colombianas analizan la posibilidad de que una persona disfrazada de agente de policía pueda haber ayudado a cargar la droga en el avión cuando se hallaba en el hangar de El Dorado.
Las autoridades estadounidenses y colombianas sospechan que el cargamento era vigilado por una estructura criminal colombiana que ha retomado el modus operandi del contrabando por medio de aviones privados, según anotó Semana. Se cree que este grupo también está detrás de las 1,2 toneladas de cocaína decomisadas cerca de la frontera francesa con España en noviembre de 2017, y del cargamento aéreo de una tonelada que se incautaron hace un año las autoridades francesas en la ciudad de Bayonne, al suroeste del país galo.
Análisis de InSight Crime
Con los récords de producción de cocaína en Colombia en los últimos años, ha habido una mayor afluencia de la droga hacia Europa. Y aunque el grueso de la cocaína cruza el Atlántico en rutas de barcos cargueros, el uso de aviones privados parece cobrar mayor popularidad entre los traficantes.
En los últimos años, los traficantes mostraron preferencia por llevar los narcóticos en aviones hasta África Occidental, desde donde se embarcaban a los mercados europeos por vía terrestre o marítima. Sin embargo, decomisos recientes como el del Reino Unido indican que los grupos traficantes están asumiendo mayores riesgos al transportar la cocaína directamente hasta Europa, pese a que allí los controles de seguridad y aduaneros son mucho más estrictos.
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El auge en la producción de cocaína en Colombia ha aumentado la capacidad de los grupos narcotraficantes para absorber pérdidas por decomisos, y los ha llevado a asumir esquemas de tráfico más audaces que conllevan altos riesgos, como el envío de cargamentos de drogas de mayor volumen en envíos individuales y el ingreso de maletas llenas de cocaína en jets privados a los principales centros urbanos de Europa.
Incluso el mercado europeo ha se ha vuelto más popular para los traficantes colombianos, debido en parte al predominio de los grupos mexicanos en el suministro de cocaína a Estados Unidos, el mayor mercado de esa droga en el mundo.