Las autoridades asocian varios asesinatos recientes en el área de Washington DC con presuntos integrantes de la Mara Salvatrucha, o MS13, una señal de que los líderes de la organización, radicados en El Salvador, están dando pasos para consolidar su relación con "clicas" radicadas en Estados Unidos.
A comienzos de este mes, se halló el cuerpo del inmigrante hondureño de 22 años de edad Rigoberto Gutiérrez Cruz en un área boscosa cerca de Gaithersburg, Maryland, suburbio de Washington. Según documentos de la corte consultados por el periodista local Armando Trull, Cruz fue señalado por la MS13 después de denunciar una paliza que sufrió a manos de presuntos integrantes de la pandilla.
En septiembre, un estudiante de secundaria, inmigrante salvadoreño recién llegado, fue abaleado en Sterling, Virginia, otro suburbio de Washington. Varios informes de prensa han vinculado los presuntos autores de estas muertes a la MS13, aunque no se ha confirmado. No se sabía que la víctima tuviera conexiones con pandillas, pero varias fuentes indicaron que podría haber sido señalado por transgredir las fronteras locales de la mara.
En junio, un juez federal sentenció a prisión a tres líderes de la MS13, con domicilio en Maryland y la ciudad de Washington, por su participación en lo que el Washington Post describió como "una racha de dos años y medio de... asesinato de rivales, golpizas a informantes, extorsión y expendio de drogas en competencia con otras pandillas latinas". El Departamento de Justicia de Estados Unidos declaró que los acusados se encontraban "entre numerosas personas acusadas en una acusación formal de 2010 por actos criminales cometidos entre 2008 y 2010 en los Distritos de Columbia, Maryland, Virginia y otros estados, y en El Salvador".
En octubre pasado, el Post citó de Michael McGarrity, agente especial a cargo de la División Criminal del FBI en Washington, estas palabras, "en el último año y medio hemos asistido a un resurgimiento o reconstitución de la MS13. Esto ha acarreado un incremento en la violencia... Están más organizados en lo que hacen, en cómo lo hacen y en porqué lo hacen".
Análisis de InSight Crime
Con la intensificación de la lucha contra las pandillas por parte de las autoridades salvadoreñas, es posible que la MS13 esté buscando consolidar su relación con ramificaciones internacionales en el área de Washington para aumentar sus ganancias. Según el Post, "expertos rastrearon la pista de la renovada actividad hasta una tentativa de los cabecillas de la mara en El Salvador de crear una organización más disciplinada y estructurada con el fin de revitalizar su capacidad de generar recursos".
Además, el fiscal del estado de Maryland John McCarthy declaró a Trull que vio los informes de inteligencia que "hablan de un deseo de la MS13 bajo la dirección y la guía de las organizaciones venidas de El Salvador de reasentar a sus miembros en el área metropolitana [de Washington]" para reforzar sus reclutas y sus ingresos. En su clasificación de la MS13 como organización criminal transnacional, en 2012, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos señaló que las clicas asentadas en Estados Unidos reciben órdenes de los líderes de la MS13 en El Salvador y contribuyen financieramente a las operaciones de la organización en ese país.
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Varios organismos de orden público, incluyendo la Policía Metropolitana de Washington, se excusaron o no respondieron a la petición de comentar sobre este artículo. Sin embargo, un funcionario de la ley del norte de Virginia señaló de manera extraoficial a InSight Crime que las autoridades habían observado una intensificación de los intentos de la MS13 en el reclutamiento de nuevos miembros, en especial de menores de edad, para las clicas locales. El funcionario también confirmó que había recibido informes de inteligencia que indicaban que este mayor reclutamiento podía tener relación con el deseo de los cabecillas de la MS13 en El Salvador de aumentar sus ingresos provenientes del exterior.
Es claro que las autoridades estadounidenses consideran la MS13 una amenaza grave tanto en casa como en el exterior. Además de dirigir sanciones financieras a los cabecillas del grupo, los organismos locales y federales han cooperado con sus homólogos salvadoreños para tratar de desbaratar las operaciones internacionales del grupo.