Diez reclusos murieron y alrededor de 40 más resultaron heridos durante un disturbio y un incendio en una prisión al norte de Colombia, poniendo de relieve el hacinamiento crónico en las cárceles del país, y provocando llamados de reforma.
Las muertes y lesiones se produjeron en la noche del 27 de enero, en la cárcel Modelo de la ciudad costera de Barranquilla, después de que un enfrentamiento entre los reclusos y los guardias condujera al uso de gases lacrimógenos, a disturbios y a un incendio, informó Semana. Seis reclusos murieron en el lugar, y otros cuatro en camino al hospital, mientras que 43 personas resultaron heridas.
La causa de las muertes aún no ha sido confirmada. Según AFP, el fuego pudo haber sido causado por la quema de las colchonetas por parte de los presos. El Espectador informó que la policía disparó gases lacrimógenos en las áreas donde el fuego ya estaba ardiendo.
Según Semana, la prisión estaba albergando, al momento del incidente, a más del doble del número de prisioneros para la cual tenía capacidad -con 1.123 reclusos en una cárcel construida para 454. El ala donde tuvieron lugar el disturbio y el incendio se encontraba particularmente sobrepoblada, con 731 presos alojados en una zona destinada para 196 -lo que representa el 273 por ciento de la capacidad.
Mientras la AFP informó que éste había sido el primer motín en una prisión colombiana en dejar víctimas mortales, desde el año 2000, el evento ha llamado la atención sobre el hacinamiento crónico en las cárceles del país. El ministro de Justicia, Alfonso Gómez Méndez calificó el evento de "una vergüenza", mientras que el gobernador del Atlántico -el departamento en donde se encuentra Barranquilla- hizo un llamado a la reforma penitenciaria.
Un nuevo código penitenciario, que entró en vigencia en Colombia a principios de enero, tiene como objetivo combatir este tipo de hacinamiento, al permitirle a los presos, que cumplen una condena por delitos menores, salir en libertad condicional o completar sus sentencias bajo detención domiciliaria, informó El Tiempo.
Análisis de InSight Crime
Si bien este es el primer disturbio mortal que ha tenido lugar en una prisión colombiana en más de una década, el sistema penitenciario del país no ha sido ajeno a las críticas en los últimos años. El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) ha sido criticado por las condiciones favorables de las que gozan los traficantes de drogas y los políticos corruptos, entre otros, dando lugar a un llamado para disolver ese organismo.
El hacinamiento en las cárceles es un problema en gran parte de la región. Las cárceles más sobrepobladas se encuentran en Bolivia y El Salvador, mientras que la sobrepoblación crónica, que ha resultando en violencia y en fugas, también se ha observado en Venezuela, México, Ecuador y en gran parte de Centroamérica.
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Una de las principales críticas dirigidas a las cárceles sobrepobladas -más allá de las preocupaciones obvias de salud pública y Derechos Humanos- es que generan violencia extrema y actúan como excelentes centros de reclutamiento para las pandillas callejeras y las organizaciones criminales.