Autoridades en Bolivia dicen que las mulas de drogas, cada vez más, están ingiriendo cocaína líquida, en un esfuerzo por evitar su detección durante el transporte, una táctica cuyo uso tiene el potencial de crecer, a medida que los traficantes de drogas buscan continuamente formas efectivas de menor riesgo y costo para llevar su producto al mercado, sin que éste sea detectado.
Alexander Rojas, el director de la unidad de la policía antinarcóticos de Bolivia (FELCN), dijo que la ingestión de cocaína líquida "es una nueva forma de trasladar clorhidrato de cocaína", según informó La Razón. Dijo que el método era usualmente utilizado para mover las drogas a Chile, donde se multiplica el costo de la cocaína, en comparación con los precios de Bolivia, desde alrededor de US$3.000 hasta US$15.000.
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Según Rojas, el uso del látex para transportar la cocaína en forma líquida hace que sea más difícil su detección. El color del líquido y la transparencia del látex no son tan visibles como las cápsulas para los equipos de rayos X y la seguridad del aeropuerto.
Transportar cocaína líquida en látex, en lugar de cápsulas de polvo, también hace que sea posible tragar más de la droga en menos paquetes. "Cada persona puede llevar aproximadamente un kilo o un poco más", dijo Rojas. Sin embargo, esto también supone un mayor riesgo de muerte si el látex llegara a estallar, informó La Razón.
En 2013, al menos diez personas fueron detenidas por transportar cocaína líquida en Bolivia. Dos más casi mueren recientemente mientras trataban de ingresar drogas a Chile mediante este método. Rojas cree que el transporte de cocaína líquida en látex, por parte de las mulas fuera de Cochabamba, se ha vuelto común desde 2011.
Análisis de InSight Crime
Mover la cocaína en forma líquida no es nada nuevo -esto también se ha convertido en una forma popular de mover grandes cargamentos de drogas, ya que es más fácil de ocultar. Esta forma soluble puede ser empacada y enviada en formas innovadoras, tales como absorber la droga en la ropa o congelarla, para evitar la detección.
La ingestión de cocaína líquida para engañar la seguridad y las maquinas de rayos x del aeropuerto, sin embargo, parece ser un fenómeno relativamente nuevo en métodos de tráfico de cocaína.
Chile se ha convertido en un importante destino para las mulas que trafican drogas desde Bolivia, a pesar de que los reportes anteriores se han centrado en el traslado de cocaína por autobús. A las mulas se les pagan tan solo US$1.000 en Bolivia para tragarse alrededor de un kilo de cocaína, por lo que es un método de transporte relativamente rentable.
El uso de mulas para transportar cocaína líquida podría llevar a los traficantes a inclinarse cada vez más hacia el tráfico aéreo –el cual es mucho más eficiente que el tráfico por tierra y conlleva menores riesgos de detección.
Aunque sigue siendo a pequeña escala en este momento, la capacidad de esta táctica para eludir la detección podría llegar a convertirse en un amplio fenómeno regional.