Un grupo criminal en Argentina halló un nuevo blanco de extorsión: los cambistas del mercado negro, quienes mueven grandes cantidades de efectivo para argentinos ávidos de dólares en una economía duramente golpeada por la pandemia.
Las “cuevas”, o casas de cambio ilegales se han convertido en objetivo para Los Monos, un poderoso grupo criminal de la ciudad de Rosario. Los agentes cambiarios operan en un opaco mercado paralelo de cambio de pesos, dólares y euros, que se conoce popularmente como “dólar blue”. Los Monos usan su red de contactos corruptos en la policía para identificar a los vendedores y extorsionarlos repetidamente, según La Nación.
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“Se aseguran que la víctima no va a poder hacer una denuncia judicial”, comentó un investigador al diario, porque “probablemente nunca pueda justificar nada de lo que posee”.
Como ejemplo, un cambista pagó US$ 25.000 semanales a un joven integrante de la banda, quien, según se cuenta, no hizo más que nombrar al líder del grupo en prisión, Ariel Cantero, alias “Guille”, como informó La Nación.
El grupo criminal Los Monos se inició hace más de dos décadas, traficando estupefacientes desde Paraguay por medio de la ciudad de Rosario gracias a su estratégica ubicación, y allí obtuvo una poderosa plaza con el control del expendio local de narcóticos.
Aunque los cabecillas reconocidos de Los Monos se encuentran presos o muertos, el grupo se conserva fuerte. Se ha mantenido activo en el narcotráfico y ha ampliado sus redes de extorsión, incluyendo a conductores de taxi, sindicatos y ahora vendedores de dólares blue.
Análisis de InSight Crime
Aunque no es especialmente perseguido por la policía, el cambio de dólar blue sigue siendo ilegal. Esto hace a los cambistas vulnerables para Los Monos, para quienes la extorsión es una alternativa poco riesgosa frente al narcotráfico en medio de las restricciones por el coronavirus.
Más aún, con el incremento de la diferencia entre la tasa de cambio del dólar real y el dólar blue, el negocio mejora para estos cambistas de moneda ilegales, y con ello su atractivo para los extorsionistas.
En 2019, el expresidente argentino Mauricio Macri implementó controles cambiarios estrictos que estabilizaron el peso e impidieron que Argentina entrara a una hiperinflación. Esos controles inflaron artificialmente el precio del dólar estadounidense, lo que incentivó el mercado negro cambiario.
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Con el perjuicio económico generalizado que ha traído la pandemia del coronavirus, se ha disparado la cotización del dólar blue. En mayo, la tasa en el mercado negro alcanzó 138 pesos argentinos por dólar, y actualmente se cotiza al doble de la tasa oficial, de unos 70 pesos por dólar.
“Con la actual magnitud de la recesión, los argentinos que quieren ahorrar se refugian en activos que ofrezcan mayor seguridad, incluyendo el dólar informal", explicó Natalia Motyl, analista económica del grupo de investigación sobre políticas Libertad y Progreso en Buenos Aires, en entrevista con Reuters.
Incluso, se dice que Los Monos no están aceptando pagos de extorsiones en pesos. Según La Nación, han exigido que se les hagan sus pagos en forma de bienes, autos de lujo o dólares estadounidenses.
Los cambios de divisas en el mercado negro son invariablemente vulnerables al crimen organizado en la región. En Venezuela, las prolongadas restricciones sobre el cambio de divisas crearon una gran economía ilegal paralela y un sinnúmero de oportunidades para los grupos criminales. Varios grupos narcotraficantes colombianos lavaron hasta US$100 millones financiando a empresas venezolanas con una necesidad desesperada de dólares. La élite y varios funcionarios públicos del país también aprovecharon el sistema cambiario para desviar cientos de millones de dólares.