La Presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, ha sugerido que el escándalo en torno a su uso de un jet vinculado a un sospechoso narcotraficante colombiano, podría ser una venganza por sus intentos de impulsar una legislación que permita la extradición de presuntos criminales de Costa Rica.
La semana pasada aparecieron revelaciones de que Chinchilla voló al funeral del ex Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y a una boda en Perú, en un jet privado prestado por Gabriel Morales Fallón - un colombiano que está siendo investigado por las autoridades de Costa Rica por su posible participación en el tráfico de drogas y por las autoridades colombianas por lavado de dinero - avergonzando seriamente a la presidenta y, como consecuencia, llevó a la renuncia de su jefe de seguridad, el Ministro de Comunicación y un importante asesor.
La Presidenta Chinchilla dijo al diario colombiano El Tiempo el miércoles, que había sido engañada por su equipo de seguridad, el cual "(…) no hace las preguntas que estaba obligado formular (…)" y la había expuesto al riesgo, al tiempo que señala que todas las denuncias aún no se confirman.
En referencia a un reciente informe de El Tiempo, que revela un acuerdo entre la DEA y las autoridades colombianas para transladar a Morales a Costa Rica a cambio de información sobre la actividad criminal, Chinchilla dijo: " Estos hechos se dan después de que yo anuncio, con gran determinación, algo que nadie se ha atrevido hacer en Costa Rica: impulsar la extradición de costarricenses cuando son requeridos por la justicia internacional."
Cuando se le preguntó si la situación podría haber sido diseñada como represalia, ella dijo "(…) no descartar ninguna hipótesis.”
"No puedo afirmarlo (que es una represalia), pero quiero decir que para quien considere que con esto me amedrenta, porque va a afectar mi imagen, aquí está haciendo todo lo contrario."
En declaraciones el martes a la cadena de televisión colombiana RCN, Morales negó cualquier actividad criminal y dijo que no tenía vínculos con Chinchilla.
"Yo no conozco a la presidenta de Costa Rica, no la he visto personalmente, no he hablado con ella personalmente (…)", dijo.
La aeronave había sido prestada a personajes públicos y políticos de otros países, entre ellos algunos de Colombia, agregó.
Análisis de InSight Crime
Esto no se ve bien. O ella no sabía que era su avión, lo cual es malo. O ella lo sabía, que es peor.
La Presidenta Chinchilla ha convertido la lucha contra el crimen organizado en una prioridad, ya que Costa Rica continúa creciendo en importancia como país de tránsito en las rutas internacionales del narcotráfico. Sus últimos movimientos para impulsar la legislación de extradición, aumentar las penas de prisión para el crimen organizado y hacer más fácil la confiscación de activos misteriosos - propuestas que ha descrito como un "acto de valentía" - podrían haber convencido a algunos de que es hora de que se vaya, por lo que es posible la teoría de una trampa y/o campaña de desprestigio.
También hay un largo historial de extradición en Latinoamérica que se debe considerar. De los eventos más famosos, el Cartel de Medellín dirigido por Pablo Escobar emprendió una violenta campaña en contra de la aplicación de un tratado de extradición entre Colombia y Estados Unidos, durante los años ochenta. Este año, dos asesinatos de alto perfil en Honduras generaron temores de que una cruzada similar está siendo lanzada allí, donde el gobierno ha tomado medidas para instituir la extradición.