La narcoguerrilla del EPL se está expandiendo en su reducto tradicional y por el resto de Colombia, según una nueva investigación que indica que el grupo estaría buscando aprovechar la actual inestabilidad del hampa colombiano para tomar peso como actor nacional.
Fuentes consultadas por un reportaje de La Silla Vacía han descrito cómo los remanentes criminalizados del grupo guerrillero desmovilizado Ejército Popular de Liberación (EPL) han lanzado un plan de expansión de gran alcance.
Tradicionalmente el grupo ha estado confinado a la subregión oriental del Catatumbo en la frontera con Venezuela, donde tiene acceso a cultivos de coca y corredores de narcotráfico, y puede ejercer un control social estricto sobre las comunidades. Sin embargo, Wilfredo Cañizares, director de la organización de derechos humanos Fundación Progresar, declaró a La Silla Vacía que el grupo se está asentando en nuevos frentes militares en el departamento de Antioquia, al noroccidente; en La Guajira, al noreste, y en la región central conocida como el Eje Cafetero.
Además, el EPL ha estado expandiéndose a nuevos territorios en el Catatumbo, ocupando municipios y tomándose rutas de narcotráfico que anteriormente controlaban las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), contaron a La Silla Vacía numerosas fuentes oficiales y no oficiales.
Habitantes del Catatumbo también rebatieron la imagen del EPL que pintan las autoridades: la de un pequeño grupo de unos 50 integrantes totalmente deslindado de su ideología y dedicado exclusivamente a actividades criminales. En lugar de eso, fuentes consultadas por La Silla Vacía afirmaron que consideran que el EPL es una organización guerrillera conformada hasta por 1.000 combatientes y no cabe duda de que mantienen estructuras políticas.
Análisis de InSight Crime
El Catatumbo es uno de los territorios de más valor para los criminales en Colombia; contiene parte importante de los cultivos de coca del país y arterias de narcotráfico críticas hacia Venezuela. Más aún, el control del estado es tenue en el territorio, por decirlo suavemente, lo que permite el florecimiento de grupos armados.
Las investigaciones de InSight Crime en el Catatumbo indican que el EPL puede convertirse en el actor más poderoso en este territorio al asumir el control de los intereses del negocio de la droga que las FARC manejaban, ya que estos se encuentran listos para desmovilizarse si su atascado proceso de paz con el estado recibe el empujoncito que le falta para llegar a la meta.
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Pero si es cierto que el EPL también quiere ampliar su presencia en el ámbito nacional, esto exhibiría una ambición sin precedentes en el grupo, que de realizarse, podría establecerlos como poderosos actores criminales nacionales, así como regionales.
Sin embargo, dicha estrategia no carece de riesgo. El EPL podría perder el importante respaldo y control sociales que tiene en el Catatumbo, los cuales han sido cruciales para su éxito en la región. Además, aunque en el Catatumbo están aliados con los otros grupos armados presentes: Las FARC y el grupo guerrillero de menor tamaño Ejército Nacional de Liberación (ELN), en otras regiones pueden entrar en conflicto con estructuras criminales rivales, como los temibles Urabeños, cuya red se expande por las tres regiones que menciona el informe.