Una serie de "narcomantas", probablemente vinculadas al cartel de los Caballeros Templarios, han aparecido en Michoacán amenazando con formar un ejército guerrillero para combatir a las autodefensas, a medida que el conflicto en el estado al oeste de México toma un nuevo giro.
Las "narcomantas” –pancartas colgadas por los carteles que buscan comunicarse con la población, sus rivales o el Estado– fueron colgadas en tres municipios del estado de Michoacán. En la pancartas se quejan de que el gobierno está permitiendo que los grupos armados existan en la región y se comprometen a crear una fuerza de guerrilla "(…) para proteger nuestro territorio, nuestra vida y nuestra familia", si no se disuelven esos grupos, reportó Proceso.
Los mensajes no estaban firmados, aunque es probable que estén vinculados a los Caballeros Templarios –la organización criminal dominante en la región, que desde hace meses se encuentra en una lucha violenta con las autodefensas que han surgido en contra de ellos–.
Las mantas aparecen al mismo tiempo que los Caballeros Templarios buscan reafirmar su autoridad en Michoacán, cortando los suministros de gasolina y alimentos en algunas de las comunidades más estrechamente asociadas con el movimiento de las autodefensas, como Buenavista Tomatlán, Tepalcatepec y Coalcomán.
Análisis de InSight Crime
Este último suceso en el actual conflicto en Michoacán resalta la insistencia de los Caballeros Templarios de presentarse a sí mismos no como un cartel de la droga, sino como un movimiento social que se ve obligado a realizar actividades ilegales.
Como se ve reflejado en las pancartas, los Caballeros Templarios afirman que protegen a las personas de la región y las defienden en contra de las incursiones de los grupos que amenazan sus intereses. Esto incluye, recientemente, a los grupos de autodefensa, los cuales son acusados por lo Caballeros de operar como fachada para sus principales rivales en la región: el Cartel de Jalisco - Nueva Generación (CJNG).
La idea de que los Caballeros formen células guerrilleras se ajusta a la idea de una "narcoinsurgencia", en el que la línea entre lo político y lo criminal se vuelve cada vez más difusa, a medida que las organizaciones criminales tratan de imponer su voluntad a través de tácticas más comúnmente asociadas con los movimientos guerrilleros. Si hay algún grupo que cumpla con los criterios de una "narcoinsurgencia", probablemente sean los Caballeros Templarios, debido a que ya tienen una fachada política.
No obstante, en realidad la principal preocupación de los Caballeros es el control de los flujos de ingresos criminales. Suponiendo que las narcomantas fueron colgadas por los Caballeros, es posible que su intención haya sido aumentar la presión sobre las autoridades para actuar contra los grupos de autodefensa, que están demostrando ser una espina constante para los Caballeros, y es poco probable que la región vea algún tipo de movimiento guerrillero convencional en el corto plazo.